Patricia Macbride por Paul Himel
Ada
Salas
Tus ojoS
No conozco unos ojos más
limpios
que los tuyos. Estás en
ellos
y a la vez están
las cosas que tú ves
como las ves: el pájaro
no el vuelo. Y siempre te
sorprendes
si te digo
las cosas que se dicen
los que aman. Me miras
y me enseñas
que el cuerpo del amor
–como tus ojos–
no precisa
palabras. Que es
–como tus ojos–
transparente.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
2ª Edición.
PVP 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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Cuando tocó mi mano con sus dedos,
cuando mordió mi mano
y dejó sus labios caer sobre mi boca
como una manzana, había nubes
cabalgando encima de la tierra,
y el fuego de su alma se agitaba
como el relámpago de una tormenta de verano.
No era un espejismo, no: la tierra era
un mar sediento y encrespado,
y cuando la abrazó la lluvia, mi corazón
se llenó de guitarras, y se atrevió a cantar.
cuando mordió mi mano
y dejó sus labios caer sobre mi boca
como una manzana, había nubes
cabalgando encima de la tierra,
y el fuego de su alma se agitaba
como el relámpago de una tormenta de verano.
No era un espejismo, no: la tierra era
un mar sediento y encrespado,
y cuando la abrazó la lluvia, mi corazón
se llenó de guitarras, y se atrevió a cantar.
Shamer Khair
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