Rodin |
Juan Vico
Fundido
Doblo
mi mirada y la reservo
en
un bolsillo. Vuelvo a sentarme,
dejo
que mis ojos caigan por su propio peso.
Suena
un timbre en algún lugar, al otro lado
del
poema. La escena se desvanece
bajo
mis uñas mordidas.
De Densidad de abandono
Edicions 96, 2011
Grandes Obras de
El Toro de Barro
2ª Edición.
PVP 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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En todo lugar
hay un precipicio para
los valientes
y una sombra para los
exhaustos
y un manantial
volcando su frialdad.
En todo amanecer
hay rocío para los
temblorosos
y luz para los amantes
y frías piedras y
salvajes pastos.
En todo anochecer
hay sosiego para los
tempestuosos
y liviandad para los
solitarios
y una roca para los
que yacen al final del camino.
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