Jordi Santacana |
PumaS
Yo tenía dos pumas
dos pumas que surgían
de la selva profunda.
Dos pumas que comían en mi mano
y si mi corazón estaba triste
los pumas devoraban mi tristeza.
Y rugían de alegría cuando yo estaba alegre.
Y cuando mi deseo aparecía en la noche
con ojos encendidos avanzaban
las dos inmensas fieras.
Yo tenía dos pumas, que te vieron
surgir del fuego como un nuevo Vulcano.
Se han vuelto tus guardianes y me dejan
tan sola entre las sombras.
De su libro
Al este del Edén
Otros
poemas de
Verónica
Pedemonte
«Amanda»
«Muerde»
«Pumas»
«Namasté»
Grandes Obras de
El Toro de Barro
2ª Edición. PVP 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es |
En todo lugar
hay un precipicio para
los valientes
y una sombra para los
exhaustos
y un manantial
volcando su frialdad.
En todo amanecer
hay rocío para los
temblorosos
y luz para los amantes
y frías piedras y
salvajes pastos.
En todo anochecer
hay sosiego para los
tempestuosos
y liviandad para los
solitarios
y una roca para los
que yacen al final del camino.
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