El Toro de Barro

El Toro de Barro

lunes, 31 de octubre de 2016

«El Toro», de Pablo Neruda




Pablo Neruda
 (Chile, 1904-1973)
El toro



El más antiguo toro cruzó el día,
sus patas escarbaban el planeta.
Siguió, siguió hasta donde vive el mar.
Llegó a la orilla el más antiguo toro
a la orilla del tiempo, del océano.
Cerró los ojos, lo cubrió la hierba.
Respiró toda la distancia verde.
Y lo demás lo construyó el silencio.






Otros poemas de Pablo Neruda




 Grandes Obras de
El Toro de Barro

Ángel Crespo
No sé cómo decirlo
Ediciones el Toro de Barro
Carboneras del Guadazaón,
Cuenca 1965

martes, 4 de octubre de 2016

«Casida de la mujer tendida», de Federico García Lorca

‘Fleur du Mal’, de Adrien Henri Tanoux (1913), inspirado en el poema de Baudelaire.


Federico García Lorca
 (España, 1898 – 1936)
Casida de la mujer tendida




Verte desnuda es recordar la Tierra,
la tierra lisa, limpia de caballos.
La tierra sin un junco, forma pura,
cerrada al porvenir; confín de plata.

Verte desnuda es comprender el ansia
de la lluvia que busca débil talle,
o la fiebre del mar de inmenso rostro
sin encontrar la luz de su mejilla.

La sangre sonará por las alcobas
y vendrá con espadas fulgurantes,
pero tú no sabrás donde se ocultan
el corazón de sapo o la violeta.

Tu vientre es una lucha de raíces,
tus labios son un alba sin contorno.
Bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno.





Otros poemas de
Federico García Lorca:



 Grandes Obras de
EToro de Barro


Carlos de la Rica
El mar
Colección Cuadernos del Mediterráneo
Ilustracion de portada e interiores, Carlos de la Rica
Biografía del autor, por Carlos Morales
Ediciones El Toro de Barro
Tarancón de Cuenca 2000
16 páginas
ISBN: 84-931155-5-X
Agotado.
















sábado, 1 de octubre de 2016

«Desde el fonde del vino», de Justo Jorge Padrón




Justo Jorge Padrón
 (España, 1943)
Desde el fondo del vino



Desde el fondo del vino una mujer me invoca
con un riesgo sinuoso. Su cuerpo se ilumina
como exaltada llama empañada de invierno,
como enterrada lluvia rompiendo sus latidos,
deshaciéndose en música envolvente,
tan desolada y bella, hasta cegarme.

El oro fascinado de su risa
me lleva hasta el delirio de celebrar su cuerpo.
Con su hechizo me invade desde el aura
de su rosa sombría, que absorbe en su corola
el absoluto tiempo que viví.

Y así, preso y errante, en su inquieto perfume
tibiamente lejano, me destierra en el vino
bajo la maldición de su recuerdo.





 Grandes Obras de
El Toro de Barro
Sabas Martín
La jauría

Col. Cuadernos del Mediterráneo
Carlos Morales ed.
Ediciones El Toro de Barro
Tarancón de Cuenca 2000
edicioneseltorodebarro.yahoo.es