El Toro de Barro

El Toro de Barro

miércoles, 30 de abril de 2014

«Aguas de bordes lúbricos», de Coral Bracho

Todas las fotografías son de la serie «Danzas del agua», de Howard Schatz



Coral Bracho
(1951)

Agua de bordes lúbricos
 
 

Agua de medusas,
agua láctea, sinuosa,
agua de bordes lúbricos; espesura vidriante --Delicuescencia
entre contornos deleitosos. Agua --agua suntuosa
de involución, de languidez

en densidades plácidas. Agua,
agua sedosa y plúmbea en opacidad, en peso --Mercurial;
   agua en vilo, agua lenta. El alga
acuática de los brillos --En las ubres del gozo. El alga, el
  hálito de su cima;

--sobre el silencio arqueante, sobre los istmos
del basalto; el alga, el hábito de su roce,
su deslizarse. Agua luz, agua pez; el aura, el ágata,
sus desbordes luminosos; Fuego rastreante el alce

huidizo --Entre la ceiba, entre el cardumen; llama
pulsante;
agua lince, agua sargo (El jaspe súbito). Lumbre
entre medusas.
--Orla abierta, labiada; aura de bordes lúbricos,
su lisura acunante, su eflorescerse al anidar; anfibia,
lábil --Agua, agua sedosa
en imantación; en ristre. Agua en vilo, agua lenta --El
  alumbrar lascivo

en lo vadeante oleoso,
sobre los vuelcos de basalto. --Reptar del ópalo entre la
  luz,
entre la llama interna. --Agua
de medusas.
Agua blanda, lustrosa;
agua sin huella; densa,
mercurial
  su blancura acerada, su dilución en alzamientos de grafito,
en despuntar de lisa; hurtante, suave. --Agua viva

su vientre sobre el testuz, volcado sol de bronce envolviendo
--agua blenda, brotante. Agua de medusas, agua táctil
fundiéndose
en lo añil untuoso, en su panal reverberante. Agua amianto, ulva
El bagre en lo mullido
--libando; en el humor nutricio, entre su néctar delicado; el áureo
embalse, el limbo, lo transluce. Agua leve, aura adentro el ámbar
--el luminar ungido, esbelto; el tigre, su pleamar
bajo la sombra vidriada. Agua linde, agua anguila lamiendo
  su perfil,
su transmigrar nocturno
--Entre las sedas matriciales; entre la salvia. --Agua

entre merluzas. Agua grávida (--El calmo goce
tibio; su irisable) --Agua
sus bordes

--Su lisura mutante, su embeleñarse
entre lo núbil
cadencioso. Agua,
agua sedosa de involución, de languidez
en densidades plácidas. Agua, agua;   Su roce
--Agua nutria, agua pez. Agua

de medusas,
agua láctea, sinuosa; Agua,

Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”, Col. «La piedra que habla», Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed., Tarancón de Cuenca, 2005, PVP 10 euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”
Col. «La piedra que habla»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2005
PVP 10 euros.
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”, Col. «La piedra que habla», Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed., Tarancón de Cuenca, 2005, PVP 10 euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es






 










 





















«Traducción libre», de Rosa Alice Branco...

Rosa Alice Branco, "Caligrafía", Trad. Mercedes Escolano, Col. Cuadernos del Mediterráneo,  Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed., Tarancón de Cuenca 2001

 (Portugal, 1950)
Traducción libre
Traducción de Mercedes Escolano




No pedidme alejandrinos.
Revuelvo el azúcar en el sentido de las agujas del reloj,
son 563 cristales que se disuelven en el movimiento
con que endulzo mi vida. A la misma hora
la cama crece 3 cm por minuto
cuando me acuesto en las sábanas bordadas
con las frambuesas que sobraron de la cena.
Lleno el cuarto,
también yo crecí con las frambuesas
pintadas en mi plato. Lo lavo con cuidado
par retocar la pintura del almuerzo
y si rompo un plato
con tónicas maravillosamente repartidas por las sílabas
siento que rompí una obra de arte
el modelo perfecto que llegó hasta nosotros
con el cesto de las frambuesas.
Las solfeo, saboreo el ritmo, pido endulzante
y voy a acostarme con un alejandrino alto y esbelto

como la métrica exige.

De
Caligrafía.
Col. Cuadernos del Mediterráneo
Ed. El Toro de Barro, 2001.





 Grandes Obras de
El Toro de Barro
Rosa Alice Branco, "Caligrafía", Trad. Mercedes Escolano, Col. Cuadernos del Mediterráneo,  Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed., Tarancón de Cuenca 2001
Rosa Alice Branco, "Caligrafía"
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2001.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
 


























Psª del Holocausto. «Tarde y profundo», de Paul Celan

Estudio, selección y notas de Carlos Morales.
(En preparación) 



 (1920-1970)
Tarde y profundo


   

Maligna como palabra de oro esta noche comienza.
Comemos las manzanas de los mudos.
Hacemos un trabajo que bien puede dejarse a su fortuna;
en pie permanecemos en el otoño de nuestros tilos, como rojas
banderas pensativas,
como abrasados huéspedes del Sur.
Juramos por Cristo el Nuevo desposar el polvo con el polvo,
el pájaro con el zapato vagabundo,
el corazón con la escalera de agua…
Hacemos ante el mundo los santos juramentos de la arena,
juramos con gusto,
juramos en voz alta desde los techos del sueño sin imágenes
y agitamos la blanca cabellera del tiempo…
Ellos nos gritan: ¡Blasfemáis!
Desde hace tiempo lo sabemos.
Desde hace tiempo lo sabemos: ¿qué importa?
Vosotros moléis en los molinos de la muerte la blanca harina de
la Promesa
y la ofrecéis a nuestros hermanos y a nuestras hermanas.
Nosotros agitamos la blanca cabellera del tiempo.
Vosotros censuráis: ¡Blasfemáis!
Lo sabemos de sobra,
que venga sobre nosotros la culpa
que venga sobre nosotros la culpa de todas las señales de peligro,
que venga el mar burbujeante,
el viento acorazado del retorno,
el día de la medianoche,
que venga lo que no ha sido todavía.
Que venga un hombre de la tumba.



 De su libro 
Amapola y memoria (1952)



Otros poemas de Paul Celan en torno al
 Holocausto

«Corona» (1952)    *    «Fuga de la Muerte» (1952)    *     «Tarde y profundo» (1952)    *    «Argumentum e silentio» (1955)    *    «Ante una vela» (1955)    *    «Nocturnamente enfadados» (1955)    *    «Tenebrae» (1959)    *    «Wolfsbohne» (1963)    *    «Cavaban» (1963)    *    «Salmo» (1963)    *    «Radix, Matrix» (1963)    *    «Químico» (1963)




 Grandes Obras de
El Toro de Barro
Mercedes Escolano "Islas", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000
Mercedes Escolano, "Islas"
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed.
Tarancón de Cuenca 2000.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
 


















"Llueve", de Demetrio Castro Villacañas


Demetrio Castro Villacañas
 (1919-2014)

Llueve




Está lloviendo. El agua es como un manto
que abriga los cipreses y las losas.
Húmedas de la lluvia están las rosas
que mi dolor esparce por el canto

que dice nombre y fecha. ¡Tengo tanto
que hablarte siempre y tengo tantas cosas
que decirte de nuevo!...Silenciosas
se me hunden las palabras en el llanto…

Sigue lloviendo suave y mansamente.
Yo estoy aquí, de pie,  junto a la nada,
pensando en ti, pensando nuevamente

que hay que seguir; que nunca está acabada
la razón de vivir; que es mi simiente
media vida que tengo aquí, enterrada.



(El poeta hizo este soneto tras la muerte, a muy
 temprana edad, de Dolores, su primera esposa)


 Grandes Obras de
El Toro de Barro
Carlos de la Rica, "El mar", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000
Carlos de la Rica, "El mar"
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Carlos de la Rica, "El mar", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000

















«Fragmento de ventana», de Gloria Gervitz

 
Gustave Marissiaux
 

 
Gloria Gervitz

(1943)
Fragmento de ventana
 
 

Ahora estoy en un paisaje de zenzontles
Cada vez estoy más cerca
Cuando posea esa inmensidad
apenas tendré fuerza para despertar en la brevedad
de la muerte
La luz golpea el aire. Estamos donde los colores
se abren
Son días largos y apretados como la migraña
Y todo se repite
Los árboles desamarrados
La noche se deshace
¿Y después?
Lo único verdadero es el reflejo del sueño que trato
de fracturar
pero que ni siquiera me atrevo a soñar
continuo plagio de mí misma
Y el lugar del encuentro es sólo tiempo. Todo no es
sino tiempo
Allá donde unas cuantas buganvilias en un vaso
de agua
bastan para hacernos un jardín
Porque morimos solos. Y la muerte es apenas
el despertar
de este sueño primero de vivir y dijo mi abuela
a la salida del cine
Sueña que es hermoso el sueño de la vida, muchacha
Se oxida la lumbre de las veladoras y yo, ¿dónde estoy?
Soy la que fui siempre. Lo inesperado de estar siendo
Llego al lugar del principio donde comienza el
comienzo
Éste es el tiempo
Es el tiempo de despertar
La abuela enciende las velas sabáticas desde su muerte
y me mira
Se extiende el sábado hasta nunca, hasta después,
hasta antes
Mi abuela que murió de sueños
mece interminablemente el sueño que la inventa
que yo invento. Una niña loca me mira desde adentro
Estoy intacta


Me haces daño
Suéltame
No me quites lo que he aprendido por mí misma
Las mujeres se sientan en el suelo
Yo digo Kadish por ti y por mí
Las palabras están gastadas como esas piedades con
el mármol gastado por los besos
Madre de Dios ruega por nosotros



Y ella que vino desde Kiev
Ramo de flores apretado contra el pecho
Vida para ser vivida en un tiempo más largo
No fuimos a Canadá porque nos dijeron que era muy frío
Salimos en tren. El barco lo tomamos en Amsterdam
Nunca más me embarcaré en aquel mar tan soñado
Oh madre que olvidé
En esta hora y en la hora de nuestra muerte
Adonai Eloheinu Adonai Ejad
Adiós
Adiós
Oh Madre
Adiós


Paso días sin verme en ningún espejo
Comencé a comprar el periódico aún antes de saber
español
Mi padre comerciaba con frutas secas
¿Y a quién le importan estos recuerdos?


Ella apretando contra su pecho las flores
Ella muchacha con flores en el pelo
Y los vestidos plisados y la boca muy roja sonriendo
Ahora sólo un retrato guardado en una caja de
habanos


Ella con el sol de mediodía
Flores blancas
Y los dos niños agarrados a su falda caminando por
el parque México.


Ella que no sabía decir Kadish
Despidiéndose en una estación de tren que después
fue bombardeada
Despidiéndose de padres y hermanos a quienes nunca
más volvería a ver
Ella que lloraba en las mañanas
Mientras los niños en la escuela y el marido
en la tienda
Bajo llave en el baño con el agua corriendo para
no sentir las lágrimas
Ella
Oh tantos sueños que no alcanzaron el mar¡
Con las preocupaciones de todos los días en un país
extraño
Lejos de sí misma, fue, se convirtió, era nadie
Ella gorda, vieja antes de tiempo
¿Cómo pudo ocurrirme a mí?
El pelo recogido hacia atrás y la mirada de un animal
herido

Andrei Zadorine

Y todo pasa
Y el tiempo es largo
Y estuviste distante de los otros, de ti
¿Otra forma de estar cerca?
Y te quedó para siempre en la boca el sabor del té
de aquel samovar de tu casa


Alguien debería contratar a esas mujeres que lloran
por los otros
A esas que han criado hijos
Amasado su pan
Las que barren todos los días la puerta de su casa
Aunque sea por dinero
Que lloren contigo, que lloren por ti
Hermana madre no me permitas tu separación
¿Oyes mi llanto?
¿Oyes mi llanto que te cubre como una tela?
Rásgala
Rómpeme
Cúbreme con tus cenizas
Libérame


Espero las noches como un animal amarrado que
patea, patea


Y te acuso
Pero de qué puedo culparte


¿Cómo hubiera podido ser de otro modo?

El oráculo se cumple

Déjame ir
Suéltame
No regreses
No quiero quedar atrapada en tu sueño sin poder
despertar
¿Hacia dónde ir?
Llego sólo al lugar del principio
Regreso para besar tu pulso
Para caer de rodillas
Devotamente beso las arterias de tus manos
Oh madre ten piedad de mí
Oh madre misericordiosa
Ten piedad de mí
Sostenme
Derrótame pero dame tu consuelo
Apoyo mi cabeza de niña
Toco tu corazón
Cierro los ojos
Estoy atada a ti como el ahogado a la piedra
anudada a su cuello
Ya no tengo miedo
No puedo hundirme más abajo de tu corazón


Llévate la luz
Noche

 

De su libro
Fragmento de ventana
1986
 
 Albert Samuel Anker 
Grandes Obras de 
El Toro de Barro

Clara Janés, "Huellas sobre una corteza". Col «Cuadernos del Mediterráneo»,. Carlos Morales Ed. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2004.
 Clara Janés, "Huellas sobre una corteza".
Col «Cuadernos del Mediterráneo»,
Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca 2004.
 Clara Janés, "Huellas sobre una corteza". Col Cuadernos del Mediterráneo. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2004.