Fuego
negro
Ese otro fuego que concede
ver en la oscuridad
sin que la invada ni la hiera
dardo de luz: el fuego negro
que bordea el contorno
de antiquísimos senos,
y a los labios
que callar saben torna
elocuentes –el fuego
que arde oculto en el agua y se alimenta
de su fecundidad: el que arde ahora
-frío, devorador– en las palabras
que no saben nombrarlo.
ver en la oscuridad
sin que la invada ni la hiera
dardo de luz: el fuego negro
que bordea el contorno
de antiquísimos senos,
y a los labios
que callar saben torna
elocuentes –el fuego
que arde oculto en el agua y se alimenta
de su fecundidad: el que arde ahora
-frío, devorador– en las palabras
que no saben nombrarlo.
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© Herederos de Ángel Crespo.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
1 comentario:
Maravilloso, aunque no sé muy bien de dónde viene y a dónde va. A eso es a lo que te refieres en cuanto al misterio.
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