Oriol Alemany
Nathán Yonathán
Baladas del desierto
Si lo que amas es un ramo de flores dolorido,
me iré al desierto y aprenderé a sufrir.
Si lo que amas son los versos escritos en la piedra,
construiré mi casa entre peñascos
y en sus ariscas cumbres aprenderé a escribir.
Solamente entonces, cuando la oscuridad
nos cubra con su arena, y el amoroso libro
de las crónicas en lo oscuro nos esconda,
acaso sepas decirme esas otras palabras
que están más allá del dolor y de la dicha.
Parece que este hombre –dirás solamente
entonces- me dio todo su amor.
***
Si lo que amas son los ramos de espinas dolorosas,
me iré al desierto y aprenderé a doler.
Y si lo que has amado son los versos escritos en las rocas,
pondré mirando el alma hacia las piedras
y en los ariscos riscos la pondré a escribir.
Solamente entonces, cuando en su sombra
la arena nos oculte y el libro de las cosas
en lo oscuro se abra y nos proteja,
acaso me digas palabras más hermosas
que la felicidad y el llanto:
parece que este hombre –dime-
me dio todo su amor.
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