La ciudad
Dormí
con la ciudad
en el
comienzo de las ramas,
en el
inicio de las heridas.
Estaba
sobre mi lecho,
más
agitada que un navío en alta mar,
y el
semen la estremecía,
le
abría todas las venas...
Al
despertar, el lecho era un río,
por
amor,
y el
semen la historia de dos amantes,
y eran
sus pechos dos ciudades.
Nuestro
agradecimiento a la revista
© Del
poema, Ali Ahmad Said
© De la
traducción, María Luisa Prieto
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
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