El Toro de Barro

El Toro de Barro

sábado, 11 de agosto de 2007

Mohamed Ali Taha, "Recuerdo de la púrpura"




Mohamed Ali Taha

Recuerdo de la púrpura




Cuando la oscuridad se detenga frente a mí
de pronto
como la soga en el cuello del ahorcado
me convenceré de que el motor que marca el ritmo
de mi corazón extenuado
se está agotando ya.

Será el momento
de que la música de las viejas melodías abandone la púrpura
ante el recuerdo de un telón que comienza a cerrarse,
y como esa caravana de brumas del amanecer
mi temor se empinara hacia la estrella de la aurora que retorna
a sus primeros lagos.

Y cuando el sol peine al alba su cabello
veré diluirse las perlas del rocío:
no me regocijaré,
porque las largas pestañas de la alegría
no podrán satisfacerme
cuando su sollozo calle como de costumbre
por temor a que alguien se despierte...
Todo entonces habrá concluido para mi.

¡Aunque el verdadero significado de mi muerte
será siempre
mirarte a los ojos y no poder llorar!



Aviso



A los neófitos y a los maestros de la caza:
no apuntéis vuestros fusiles
sobre mi alegría,
contra la que no vale la pena malgastar
ni lo que cuesta un cartucho.
Lo que veis
ágil y rápido como una gacela,
huyendo en todas direcciones como una perdiz
no es alegría,
creedme,
mi alegría nada tiene que ver con la felicidad...



(Traducción de Jaime B. Rosa y Carlos Morales, extraído del libro Coexistence, editado por el Toro de Barro en el año 2000)


7 comentarios:

mentecato dijo...

Una poesía de buen cuño.

Carlos Zarzalejo dijo...

Qué alegría conocer a este poeta. Es una bendición. Saludos.

A chuisle dijo...

Bellísimas figuras hacen de este lenguaje poético una joya extraordinaria llena de simbolismo. A veces la alegría es superficial, yo en cambio prefiero el estado de armonía y paz. La felicidad es casi una palabra utópica, apenas podemos visualizarla a lo lejos o es tan fugaz que nos deja en la duda de si fue o no. Por eso prefiero pensar que la felicidad está hecha de pequeños momentos felices que valen la pena recordar.

Hay versos invaluables, como toda la primera estrofa.

"Y cuando el sol peine al alba su cabello
veré diluirse las perlas del rocío"

"¡Aunque el verdadero significado de mi muerte
será siempre
mirarte a los ojos y no poder llorar!"

Parafraseando esto último, yo diría:

""¡Aunque el verdadero significado de mi muerte
será siempre no poder
mirarte a los ojos..."

A chuisle dijo...

Sobrecogedores versos, de sobrecogedora belleza, sobre todo si tenemos en cuneta el significado del color púrpura.

Gracias Carlos por compartir estos versos y con ellos abrir los horizontes de la poesía, sin duda infinita.

El Toro de Barro editorial dijo...

Sabes, Myriam? Mohamed Ali Taha era, cuando yo lo conocí, un anciano de pobres ropajes que "sólo quiero cantar", luciendo un único y majestuoso diente...Todavía lo recuerdo danzando bajo los olivos de Meghar, cuando cundía la noche...

Isabel Barceló Chico dijo...

Bellísima selección, carlos. Creo que has sido una persona muy afortunada en la vida al tener la oportunidad de conocer a tantas personas extraordinarias vestidas de sencillez y/o de pobreza. Creo que has estado muy cerca, o que quizá has llegado a entrar, a ese universo en el que sólo amor y naturaleza vibran y se convierten en vida. ¡Esa unión/comunión con la naturaleza perdida! Un abrazo muy fuerte.

Mercedes Ridocci dijo...

Solo un alma de esta profundidad poética puede describir la llegada de la muerte de esta manera, sus imágenes obnubilan, te capturan hasta disolverte en ellas. A pesar del dolor que supone "mirarte a los ojos y no poder llorar", siento cierta paz en sus palabras.

Me ha gustado muchísimo este poeta.

Un abrazo.
Mercedes.