Hecho de estampas, poema VI
Ha caído mi voz, mi última voz, que aún guarda mi nombre.
Mi voz:
pequeña línea, pequeña canción que nos separa de las cosas.
Estamos lejos de mi voz y el mundo, vestidos de humedades blancas.
Estamos en el mundo y con los ojos en la noche.
Mi voz es fría y sucia como la voz de los muertos.
(En Obra poética, Buenos Aires, Ediciones La torre abolida, 1983.
Nuestro agradecimiento a Patricina Damiano )
No hay comentarios:
Publicar un comentario