(Italia,
1908-1950)
Canción
Traducción de Hugo
Gutiérrez Vega
Las nubes están unidas a la tierra y al viento. Mientras haya nubes sobre Turín será bella la vida. Levantan la cabeza y su gran juego crece allá bajo el sol. Masas blancas, durísimas y el viento que circula definitivamente azul, las deshace y las hace grandes velas impregnadas de luz.
Sobre
los techos, millares de nubes blancas lo cubren todo, la multitud, las piedras,
el estruendo. Muchas veces levantándome he visto las nubes transparentes en el
agua lívida de un pozo.
También
los árboles unen el cielo a la tierra. Las ciudades exterminadas son bosques
donde el cielo aparece alto, alto, entre las calles. Como los árboles viven
junto al torrente del Po, así viven los grupos de casas junto al sol.
También
los árboles sufren y mueren bajo las nubes, el hombre se desangra y muere, pero
canta su alegría entre la tierra y el cielo, la gran maravilla de las ciudades
y de los bosques. Mañana tendré tiempo de encerrarme y de apretar los dientes.
Ahora toda la vida son las nubes y las plantas y las calles, perdidas en el
cielo.
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