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Mujeres acalladas de Pakistán |
Anónimo afgano
Cantos afganos de amor
(Versión de Clara Janés )
Ya está aquí el maldito gallo y su triste canto de partida,
Y mi amante se va como un pájaro herido.
*
A tu lado soy hermosa, boca tendida, brazos abiertos.
Y tú, como un cobarde, te dejas mecer por el
sueño.
*
Si buscas el calor de mis brazos, debes arriesgar la vida,
Pero si estimas tu cabeza, abraza el polvo en
vez del amor.
*
Dame la mano, amor mío y partamos a los campos
Para amarnos o caer juntos bajo las
cuchilladas.
*
¡ Oh, amor mío! Si tiemblas
tanto en mis brazos,
¿Qué haras cuando el entrechocar de las espadas
se convierta en mil relámpagos?
*
Vuelve acribillado por las balas de un tenebroso fusil, amor,
Yo coseré tus heridas y te daré mi boca.
*
¡ Rápido, amor mío, quiero
ofrecerte mi boca!
La muerte ronda por la aldea y podría
llevárseme.
*
Mi amor, abre mi tumba y contempla
El polvo que cubre la hermosa ebriedad de mis
ojos.
*
En secreto ardo, en secreto lloro,
Soy la mujer pashtuna que no puede desvelar su
amor.
Tómame
primero entre tus brazos, estréchame,
Sólamente después podrás anudarte a mis muslos
de terciopelo.
*
Ven y sé una flor en mi pecho
Para que pueda refrescarte cada mañana con un
estallido de risa.
*
Uno muere de deseo de verme un instante,
otro me echa de la cama diciendo que tiene
sueño.
*
¡ Aprende a comer mi boca!
Coloca primero los labios, luego fuerza
dulcemente la línea de mis dientes.
*
Brisa que soplas del otro lado de las montañas donde combate
mi amante,
¿Qué mensaje me traes?
El viento le responde:
El mensaje de tu lejano amante es este olor a pólvora de cañón.
Y este polvo de las ruinas que arrastro
conmigo.
*
Es primavera, aquí las hojas crecen en las ramas.
Pero en mi país los árboles han perdido las
ramas bajo el pedrisco de las balas enemigas.
*
Dios, ahora puedes volverme ciega:
Partido mi amante, no deseo ya ver otros
rostros.
*
Hermanas mías, anudaos los velos como cinturones,
Tomad los fusiles y partid hacia el campo de
batalla.
Si no traes una herida en el pecho,
Seré indiferente, aunque lleves la espalda
agujereada como un colador.
*
Si me amas de verdad, amor mío,¡ parte a liberar nuestra
tierra! Para siempre te pertenecera mi boca exquisita y tierna.
*
El “pequeño horrible” no hace nada, ni el amor ni la guerra.
Por la noche, en cuanto tiene el vientre lleno,
sube a la cama y ronca hasta el alba.
*
Abre una brecha en el muro y bésame la boca,
El “pequeño horrible” es albañil y sabrá
repararla.
*
Si no sabías amar,
¿Por qué has despertado mi corazón
dormido?
Amor mío ven a saciar
al alazán de mi corazón que ha roto todas sus
bridas.
*
Montañas nos separan ahora,
Sólo los pájaros serán nuestros mensajeros, y
sus cantos los presagios.
*
Mi amante prefiere los ojos color de cielo
Y yo no sé dónde cambiar los míos color de
noche.
*
Tu amor es agua, es fuego.
Llamas me consumen, olas se me tragan.
*
Si mi amante muere, ¡que sea yo su mortaja!
Así nos desposaremos juntos con el polvo.
*
Un mártir es como un relámpago que brilla y se extingue.
El que muere en su casa no hace más que
deshacer el lecho.
Para ti el polvo, pero nunca más mi boca:
Te escondiste cuando los hombres partieron al
combate.
*
Ve a luchar a Kabul, amor mío,
Por ti conservaré intactos mi cuerpo y mi
boca.
*
¡Oh recuerdo de mi amado,
eres tú mi verdadero amante!
No me abandonas, y alivias mi corazón.
Del libro
La
voz de las mujeres acalladas
Traducción de Clara Janés
Adama Ediciones 2008.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
 |
PVP: 8 euros
Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es |
Yo, que he sobrevivido a cien
lanzas
y he hecho temblar el vientre
del desierto con uno solo de mis carros,
perdí ante tus ojos mi última batalla.
Ser cobarde en amor equivale a estar muerto.