Jean-Luc Godard |
(1895-1952)
Ausencias
Traducción de Eduardo Bustos
I
El simple placer y el
pobre misterio
De no ser visto.
Os conozco, colores de árboles y de ciudades,
entre nosotros hay la transparencia de siempre
entre las miradas brillantes.
Ella se desliza sobre las piedras
como se desliza el agua.
En un lado de mi corazón se oscurecen vírgenes,
en el otro la dulce mano se posa en las laderas de las colinas.
La curva de una poca agua provoca esta caída,
esta combinación de espejos.
Luces de precisión, no guiño los ojos,
no me muevo,
hablo,
De no ser visto.
Os conozco, colores de árboles y de ciudades,
entre nosotros hay la transparencia de siempre
entre las miradas brillantes.
Ella se desliza sobre las piedras
como se desliza el agua.
En un lado de mi corazón se oscurecen vírgenes,
en el otro la dulce mano se posa en las laderas de las colinas.
La curva de una poca agua provoca esta caída,
esta combinación de espejos.
Luces de precisión, no guiño los ojos,
no me muevo,
hablo,
y cuando duermo
mi garganta es una ola con bandera de tul.
mi garganta es una ola con bandera de tul.
II
Salgo del brazo de las sombras,
estoy bajo las sombras,
solo.
La piedad es más noble y puede muy bien seguir siéndolo,
la virtud se hace la limosna de sus senos
y la gracia se coge a sus párpados.
Ella es más bella que las figuras de los anaqueles,
ella es más dura,
ella está abajo, con las piedras y con las sombras.
Yo la he alcanzado.
Aquí es donde la claridad libra su última batalla.
Si me duermo, es para no soñar más.
¿Cuáles serán entonces las armas de mi triunfo?
En mis grandes ojos abiertos se une el sol,
¡Oh jardín de mis ojos!
Todos los frutos están aquí simulando ser flores,
flores en la noche.
Una ventana de verdor
Se abre de repente en su cara.
¿Dónde pondré mis labios, naturaleza sin orillas?
Una mujer es más hermosa que el mundo en que vivo,
Y cierro los ojos.
Salgo del brazo de sombras,
Estoy bajo sombras
Y sombras me esperan.
I
La plate volupté et le pauvre
mystère
Que de n’être pas vu.
Je vous connais, couleur des arbres et des villes,
Entre nous est la transparence de coutume
Entre les regards éclatants.
Elle roule sur pierres
Comme l’eau se dandine.
D’un côté de mon cœur des vierges s’obscurcissent,
De l’autre la main douce est au flanc des collines.
La courbe de peu d’eau provoque cette chute,
Ce mélange de miroirs.
Lumières de précision, je ne cligne pas des yeux,
Je ne bouge pas,
Je parle
Et quand je dors
Ma gorge est une bague à l’enseigne de tulle.
II
Je sors au bras des ombres,
Je suis au bas des ombres,
Seul.
La pitié est plus haut et peut bien y rester,
La vertu se fait l’aumône de ses seins
Et la grâce s’est prise dans les filets de ses
paupières.
Elle est plus belle que les figures des gradins,
Elle est plus dure,
Elle est en bas avec les pierres et les ombres.
Je l’ai rejointe.
C’est ici que la clarté livre sa dernière bataille.
Si je m’endors, c’est pour ne plus rêver.
Quelles seront alors les armes de mon triomphe ?
Dans mes yeux grands ouverts le soleil fait les
joints,
Ô jardin de mes yeux !
Tous les fruits sont ici pour figurer des fleurs,
Des fleurs de la nuit,
Une fenêtre sans feuillage
S’ouvre soudain dans son visage.
Où poserai-je mes lèvres, nature sans rivage ?
Une femme est plus belle que le monde où je vis
Et je ferme les yeux.
Je sors au bras des ombres,
Je suis au bas des ombres
Et des ombres m’attendent.
Grandes
Obras de
El Toro
de Barro
Carmen Rubio, "El tiempo detenido”
Premio Juan Alcaide de poesía.
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2004.
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