El Toro de Barro

El Toro de Barro

lunes, 30 de julio de 2018

«Plegaria gitana», de Bronislawa Wajs, «Papusza»


Bronislawa Wajs
«Papusza»
(Polonia, 1908-1987)
Plegaria gitana



Oh, Señor, ¿adónde debo ir?
¿Qué puedo hacer?
¿Dónde puedo hallar
leyendas y canciones?
No voy hacia el bosque,
ya no encuentro ríos.
!Oh bosque, padre mío,
mi negro padre!
El tiempo de los gitanos errantes
paso ya hace mucho. Pero yo les veo,
son alegres, fuertes y claros como el agua.
La oyes correr
cuando quiere hablar
pero la pobre no tiene palabras…
… el agua no mira atrás.
huye, corre, lejos, allá
donde ya nadie la verá.
Nadie me comprende,
solo el bosque y el río.
Aquello de lo que yo hablo
ha pasado ya, todo,
todas las cosas se han ido…
y aquellos años de juventud...

Grandes Obras de 
EToro de Barro
 Antonella Anedda, "Las tres estaciones". Antología de la poesía del Holocausto. Col. Cuadernos del Mediterráneo. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2001. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Antonella Anedda, "Las tres estaciones".
Antología de la poesía del Holocausto.
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2001.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

lunes, 23 de julio de 2018

"La tabla de lo perdido", de Pia Tafdrup


Pia Tafdrup
(Dinamarca, 1952)
La tabla de lo perdido




Detrás de las fotos en blanco y negro de viejos álbumes
mi padre rememora sonidos
de lluvia de primavera, olores
de heno recién cortado, mordiscos
a los primeros granos maduros en los campos de cereales.
Un instante más tarde cada detalle
se arremolina
en lejanas nebulosas.
Mi padre desaparece, tal como se alejan
volando los días.
No hay cifras que cubran
la añoranza, no hay cifras
para el sabor del verano en la lengua,
rojas cerezas recién cogidas.
Y en plena ventisca
una taza de chocolate humeante al amor de la chimenea,
cuando el camino a la granja estaba bloqueado.
El agua, el aire, la tierra, el fuego,
la atenta mirada de mi padre
me hizo salir precipitadamente
trepar hasta la copa de los árboles,
en sueños.
He preparado unas cuentas
que no quieren cuadrar-
hay pasos que saltan
sobre la lógica,
un sistema solar de cosas inexplicables.
Aunque vive,
estoy buscando
a mi padre en mi padre…
Una lengua áspera
me lame la mano,
no me ahogaré
en una lágrima salada,
el gato arquea el lomo, es ahora cuando quiere la comida.


De su libro
Los caballos de Tarkovski,
Ed. Bassarai, Bilbao 2009.
Trad. Robert Parkeharrison  


Nuestro agradecimiento a Jonio González





Grandes Obras de 
EToro de Barro
Clara Janés, "Huellas sobre una corteza". Col «Cuadernos del Mediterráneo»,. Carlos Morales Ed. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2004.
 Clara Janés, "Huellas sobre una corteza". 
Col «Cuadernos del Mediterráneo», 
Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro, 
Tarancón de Cuenca 2004.
 Clara Janés, "Huellas sobre una corteza". Col Cuadernos del Mediterráneo. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2004.
















viernes, 20 de julio de 2018

«Sarcófago de Córdoba», de Julio Aumente

Carmelo Blázquez


Julio Aumente
(España, 1921-2006)
Sarcófago de
Córdoba 


Allí se reclinó el cuerpo cansado
de aquel que buscó y no halló la absoluta belleza,
verde jardín que refresca el surtidor,
no más, no más sino dormir eternamente.

Filósofo abúlico o dacio mílite,
noble patricio o emperador divinizado,
en tan deslumbrador rectángulo de mármol
rosado mineral, tal si de Paros,
con luz lunar iluminada luce
vegetal o animado relieve caliente e inmortal
en cuya puerta, innominada, resquicio cierto incita
a traspasar el dudoso dintel ignoto.

Puerta indecisa que separa
sucio mundo presente de un más dichoso prometido;
Hades funesto así lo aceptas sin pavor alguno,
senda de luz y silencio abierta ante tus pies,
niebla acogedora te envuelve en tu mortal deceso,
esplendor evanescente que hace traslúcido el frío alabastro.

Sarcófago de Córdoba que en ti mismo devoras
cruel ciudad desdichada a la vulgaridad entregada con desidia.

Descansa ahora y luego resucites,
corta fusión perecedera,
para de ti volver, alta realeza,
polvo o aire, del agua, triunfal de nuevo en ti reconvertirme.



Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Eugenia León, "Ahogada sirena, La”. Los poemas de una niña de 10 años. Col. «Mayor», Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro. Tarancón de Cuenca, 2002. PVP 10 Euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Eugenia León, "Ahogada sirena, La
Los poemas de una niña de 10 años de edad.
Col. «Mayor»,
Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro.
PVP 10 euros.
Tarancón de Cuenca, 2002.

Eugenia León, "Ahogada sirena, La”. Los poemas de una niña de 10 años. Col. «Mayor», Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro. Tarancón de Cuenca, 2002. PVP 10 Euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es

 


















«El libro de la pobreza y de la muerte», de Rainer María Rilke

 István Kerekes  



Rainer María Rilke
(Chequia, 1875-1926)
El libro de la pobreza y de la muerte

(Puesto en manos de Lou)




La casa del pobre

La casa del pobre es como un sagrario.
En su interior lo eterno se cambia en alimento,
y al anochecer regresa suave
hacia sí, en un anchuroso círculo,
y se acoge en sí, lento, pleno de resonancias.

La casa del pobre es como un sagrario.

La casa del pobre es como la mano de un niño.
No toma lo que los adultos piden,
le basta un escarabajo con ornadas pinzas,
una piedra ovalada de rodar por el río,
la corrediza arena y las conchas sonantes.
Es como una balanza suspendida,
sensible a la más leve recepción,
oscilando largamente entre los dos platillos.

La casa del pobre es como la mano de un niño.

Es como la tierra la casa del pobre:
esquirla de un venidero cristal,
ya claro, ya oscuro, en su huidiza caída;
pobre cual la cálida pobreza de un establo,
y no obstante están los anocheceres: en ellos es ella todo,
y de ella vienen todas las estrellas.


19 de abril de 1903

De El Libro de la Pobreza y de la Muerte,
Parte III de El Libro de las Horas



 Grandes Obras de 
EToro de Barro
 PVP 8 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

llegar limpia de nombres
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad

del primer día sobre la tierra
Otros poemas de 
Neus Aguado



"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci


 












domingo, 8 de julio de 2018

«Invenciones del viento», de Paulina Vinderman

Desconocemos al autor


Paulina Vinderman
(Argentina, 1944)
Invenciones del Viento




Pertenecer. Pertenecerse. Un lugar para estar y un lugar para morir. Sabíamos sin decirlo cuál era el lugar y la cantidad exacta
de aire que había que aspirar para llegar a él.
El viento era el amo, pero era sabio y fuerte y si nos estrujaba demasiado, aún como muñequitos tambaleantes de papel pintado cruzaríamos el río.
Pequeños dioses de viento y de papel. ¿Por qué nos abandonaron? La poesía era el lugar y sigue siéndolo aquí. Pero este llano,
este desierto... Yo no soñaba sino con pinos dorados. Yo pensaba en romper la música y dibujar con palabras el aliento
de los pinos.
Pertenecer. Pertenecerse.
Obtener agua y continuar ensombreciendo el sol con las verdades. Sobrevivir. ¿Es ésto lo que queríamos? Queríamos vivir,
no sobrevivir.
Y qué es el poema sino un puñado de pájaros muertos en la mano.
Y qué es el poema sino un disparo al sol desde detrás de un peñasco de colores.
Y qué es el poema sino sobrevivir entre piedras calcinadas y antiguas.
El laúd está roto y el viento escapó desde el agujero preciado en que lo reteníamos. Hay que inventar un viento.
Hay que inventar un agua en la garganta.
Hay que encontrar esas voces pequeñitas que deambulan por los desiertos como notas escapadas de un pentagrama enrejado, envejecido.
Pertenecer. Pertenecerse. Es esto todo al fin cuanto queríamos.
Un silencio incompleto. Un lugar de ceremonias sencillas y perfectas. Sólo falta que inventemos un viento.


De su libro La mirada de los héroes (1982)

Grandes Obras de 
EToro de Barro 
Carlos Morales, "Salmo”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2005.
Carlos Morales, "Salmo
Col. «Cuadernos del Mediterráneo» 
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2005.

 























jueves, 5 de julio de 2018

El «Sur», de Eugenio de Andrade

Poema El Sur, de Eugenio de Andrade. Mercedes Escolano, "Estelas" Col. La piedra que habla,  Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed. PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es

Eugenio de Andrade

SuR




Era verano, había un muro.
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
de la cal. De pronto
el silencio sacudió sus crines,
corrió hacia el mar.
Pensé: deberíamos morir así.
Así: arder en el aire. 




Enlaces a otros poemas de
Eugenio de Andrade




Grandes Obras de 
El Toro de Barro

 Mercedes Escolano, "Estelas" Col. La piedra que habla,  Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed. PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es

Mercedes Escolano, "Estelas"
Col. La piedra que habla,
Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed.
PVP: 10 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

Mercedes Escolano "Islas", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro dMercedes Escolano "Estelas", Col. La Piedra que habla, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2005e Barro, Tarancón de Cuenca 2000