Dina Vierny, la última modelo de Maillol (1938) |
Carlos Edmundo de Ory Amo
a un mujer de larga cabellera
A
mo a una mujer de larga cabellera
Como en un lago me
hundo en su rostro suave
En su vientre mi
frente boga con lentitud
Palpo muerdo acaricio
volúmenes sedosos
Registro cavidades me
esponjo de su zumo
Mujer pantano mío
araña tenebrosa
Laberinto infinito
tambor palacio extraño
Eres mi hermana única
de olvido y abandono
Tus pechos y tus
nalgas de dobles montes gemelos
me brindan la
blancura de paloma gigante
El amor que nos damos
es de noche en la noche
En rotundas crudezas
la cama nos reúne
Se levantan columnas
de olor y de respiros
Trituro masco sorbo me
despeño
El deseo florece
entre tumbas abiertas
Tumbas de besos bocas
o moluscos
Estoy volando enfermo
de venenos
Reinando en tus
membranas errante y enviciado
Nada termina nada
empieza todo es triunfo
de la ternura
custodiada de silencio
El pensamiento ha
huido de nosotros
Se juntan nuestras
manos como piedras felices
Está la mente quieta
como inmóvil palmípedo
Las horas se derriten
los minutos se agotan
No existe nada más
que agonía y placer
Placer tu cara no
habla sino que va a caballo
sobre un mundo de
nubes en la cueva del ser
Somos mudos no
estamos en la vida ridícula
Hemos llegado a ser
terribles y divinos
Fabricantes secretos
de miel en abundancia
Se oyen los gemidos
de la carne incansable
En un instante oí la
mitad de mi nombre
saliendo repentino e
tus dientes unidos
En la luz puede ver
la expresión de tu faz
que parecías otra
mujer en aquel éxtasis
La oscuridad me pone
furioso no te veo
No encuentro tu
cabeza y no sé lo que toco
Cuatro manos se van
con sus dueño dormidos
y lejos de ellas
vagan también los cuatro pies
Ya no hay dueños no
hay más que suspenso y vacío
El barco del placer
encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde
estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?
Para siempre abandono
este interrogatorio
Ebrio hechizado loco
a las puertas del morbo
grandiosa la pasión
espero el turno fálico
De nuevo en una
habitación estamos juntos
Desnudos estupendos
cómplices de la Muerte.
"Si yo tuviera un caballo"
"Amo a una mujer de larga cabellera"
LIBROS RECOMENDADOS
Un manojo de cartas póstumas del poeta Carlos Edmundo de Ory a su compañero y amigo de fatigas vanguardistas Eduardo Chicharro.
Y una obra maestra.
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© Del poema, herederos de Carlos
Edmundo de Ory
En caso
de reproducción, rogamos se cite su autoría.
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