Gabriel Sainz |
Ramón Andrés
(España, 1955)
Declaración
No soy el centro, el centro es el principio,
el
agua que no cabe en nuestro sorbo,
la
espiral de las aves cercando los mercados,
el
hierro incandescente sumergido en el agua
para
que se haga ley con el morir del fuego,
para
que el tiempo exhorte al desaparecido
y
lleve el sol los nombres del origen.
No
soy el centro, el centro es el principio,
el
espigón donde el anzuelo tensa
la
caña, sus anillos, no al viento sino al fruto,
la
seca mordedura del error,
la
locura de Tasso y su gritar de celda,
el
búho que oscurece más el valle,
porque
lo detenido siempre turba.
No
soy el centro, el centro es el principio,
la
rodera en la cal,
la
carbonilla muerta de los túneles,
el
santiguarse y jamás redimirse,
el
que llora confeso de infinito,
el
frío que cuartea el azar de una fuente
y
afila el rostro de los caminantes.
El
centro es el principio, la intriga del abismo,
la
cosecha irisada como cresta de garza,
el
ancla enturbiadora de mi fondo,
la
llanada, la greda, el septentrión,
las
márgenes quemadas de una hacienda,
la
lumbre trasijada de los pobres,
el
pie llagado por el junio hirsuto.
El
centro es el principio,
el
tiempo de abrazar y el tiempo de alejarse,
la
línea de las cosas, su mudanza,
narrar
el río que jamás fluyó,
recordar
mi caída a los torrentes,
saber
que me precedo, que me busqué en la nada
para
que un nacimiento fuera el mío.
Canción
de un hombre feliz
Cuadernos
del Mediterráneo
Ed. El
Toro de Barro,
Tarancón
de Cuenca, 2005
Grandes Obras de
El Toro de Barro
José Ángel Cilleruelo, Domicilios. Antología
(1983-2004) Col. «La piedra que habla»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2005.
PVP 10
euros |
El Toro de Barro |
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