Madrid
11 de marzo
Marzo desnivelado por las
cifras
del desaliento. Marzo de
muerte,
triste marzo de trenes y
extrarradios marchitos,
marzo de sueños rotos y
niños deshabitados,
de pronombres sin nombre,
de apellidos
quebrados y relojes sin
hora, marzo de los teléfonos
enmudecidos.
Mi ciudad asolada. Mis
tierras y mis trenes,
asolados, mis ojos y mis
manos
y mis brazos,
asolados. Muerte sembrada
bajo la luz
de un Madrid lateral
hecho de andenes
periféricos, de seres menesterosos,
de mujeres crecidas en la
sombra diaria
del tiempo inabarcable del
trabajo,
de hombres cultivados
en el silencio anónimo de
las factorías,
de humildes bachilleres y
de párvulos,
de viejos azorados por
noticias de muerte,
de bares conmovidos por la
niebla y la sangre,
de juguetes sin niño,
de huérfanos sin ira,
de vacías acequias,
de fogatas sin lumbre.
Madrid de hospitales, de
lutos y de marzo.
Capital de la niebla y del
dolor. Ciudad de los estanques
del silencio.
Madrid desbaratado y mío.
Madrid nuestro.
Como los muertos, nuestro.
Dueño de un mes de marzo
descolorido y turbio, pero
nuestro.
Entre muertos y lágrimas,
es más nuestra y
cercana la ciudad. También más triste.
De su libro
De
viejas estaciones invernales
(Igitur, 2006)
"De la orfandad"
"Casi un preludio"
"Madrid, 11 de marzo"
"La visita"
Otros poemas sobre el 11 de marzo y el 11 de septiembre
Fotografía del 11 de septiembre (Wislawa Szymborska)
Salmo de los pájaros negros (Carlos Morales)
Contraluz (Miguel Veyrat) *
La danza del Burka (Carlos Morales)
Madrid, 11 de marzo (Manuel Rico)
Raíles en el cielo (Carmen Moreno)
Confusión (Miguel Veyrat)
Oración, (Paco Moral)
De su libro
Fugitiva ciudad,
Hiperión, España, 2012.
|
2ª Edición.
PVP 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
|
Libro
recomendado
no apuntéis vuestros fusiles
sobre mi alegría,
contra la que no vale la pena malgastar
ni lo que cuesta un cartucho.
Lo que veis
ágil y rápido como una gacela,
huyendo en todas direcciones como una perdiz
no es alegría,
creedme,
sobre mi alegría,
contra la que no vale la pena malgastar
ni lo que cuesta un cartucho.
Lo que veis
ágil y rápido como una gacela,
huyendo en todas direcciones como una perdiz
no es alegría,
creedme,
mi alegría nada tiene que ver con la felicidad...
Otros poemas del poeta pacifista
árabe de Israel
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