Mercedes Ridocci
Un vestido en la floresta
Si el alma mía te contara
serían las gotas frescas de un cántaro,
verías mi imagen entre los juncos,
buscarías mi vestido
en la penumbra de la floresta.
Sabrías que mi cuerpo fue
un caracol marino calcinado por el sol,
blanqueado de salitre
recostado en las dunas.
Oirías las mañanas solitarias de agosto
en que las olas pierden sus espumas
y se van sordas de frío.
Amarías un cuerpo azul marino
que caminaba las horas
entre las dunas blancas.
Si te contara mi alma
quedarías mordido
de sal, y de blancura,
sobre las dunas de silencio
Otros
poemas de
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© De
la versión, Carlos Morales y Ed. El Toro de Barro
© De Negra leche del alba, El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
© De Negra leche del alba, El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
1 comentario:
Es de una belleza penetrante este poema, a nadie puede dejar impasible ese modo directo y coloquial, en un lenguaje vestido de hermosas metáforas.
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