El Toro de Barro

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miércoles, 3 de agosto de 2016

«El banquete», de Clara Janés.



Foto de Henri Carthier-Bresson; Poema EL BANQUETE, de Clara Janés; Libro de referencia: Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”, Col. «La piedra que habla», Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed., Tarancón de Cuenca, 2005, PVP 10 euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Henri Carthier-Bresson

Clara Janés
(España, 1940)
El banquete


El banquete que os propongo es para el día de mi muerte
y responde al amor que yo siento y deseo:
pido que se me coma,
que mi ser en no ser no se mude
sino en puro alimento;
comunión caníbal suplico,
génesis en el otro.

Nadie quiere comerme,
enferma estoy de amor.


De su libro

Vivir

(1983)






Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”, Col. «La piedra que habla», Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed., Tarancón de Cuenca, 2005, PVP 10 euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”
Col. «La piedra que habla»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2005
PVP 10 euros.
Neus Aguado, "Intimidad de la fiebre”, Col. «La piedra que habla», Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed., Tarancón de Cuenca, 2005, PVP 10 euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
 









 



























2 comentarios:

Albert Tutges dijo...

En la obra de teatro "Ttius Andronicus", de Shakespeare, hay una sublime antropofagia, pero no por amor, sino por odio entre dos familias. Si no recuerdo mal, hay también un romance español en que se da un caso de antropofagia. Por cierto, este tipo de poesía amatoria, extraordinaria, se mueve en el límite, y lo que parece muy trágico, puede convertirse en cómico a causa de la misma exageración amorosa, depende del momento y de cómo se lea el poema... Carlos, un abrazo.

Carlos Morales / Made in Auschwitz dijo...

Sí, dices bien: este tipo de poesía amatoría que vindica el canibalismo es, realmente, excepcional, al menos en España; el poema de Clara Janes es, al menos, el único que conozco escrito en castellano, y enormemente explícito. La roza, aunque muy tangencialmente, la poesía mística derivada del cristianismo, cosa natural viniendo de una religión que tiene en la eucaristía el prinicpal camino de redención. De hecho, el último verso es de impronta teresiana, y nos sitúa ante el amor como una fuerza que te hace desaparecer en el amado. En lo que toca a este poema, Albert, a mi me produce vértigo y me deja un punto desagradable de incomodidad. Impacta. Desasosiega. Clara lo bordó....