Javier Egea
(1952-1999)
Raro de luna
(I)
Il y a des gens quelque part qui n´en peuvent plus de
silence
(Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio)
(Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio)
Louis Aragon
Allí
donde las islas
donde floten los párpados aquellos
las negras islas
las definitivas arenas secretas allí
cuando se agota el brillo de los abordajes
allí mientras llaman las sirenas últimas
pequeña perla negra
donde las islas negras
allí
donde quizá los cofres aquellos entonces entrevistos
No No era este el lugar
Para ti siempre quise
avenidas sin látigo
plazas sin gentes pálidas que se desploman
chapoteando caen mientras que sangran y por siempre
caen
del verdín de las gárgolas y de las cicatrices
sobre reinos vastísimos de laberintos y de topos
caen
Quizá fuera posible
quizá pensé que al menos esa lluvia de los ojos de
patio
algún día tomar las islas negras a embestidas
para tu cuerpo
para las cruces en el mapa de fuego
No No era este el lugar
ni su aventura alquilada
definitivamente para ti
Pero oigo las andanadas secas contra muros y sueños
todo enmudece frente a las altas sienes sin alba
todos los brazos cierran sus mundos presentidos
en el punto de mira de la noche tirita su silencio
y mis ojos ahora perdidos
-ropa olvidada en perchas ya sin luna-
entre los siete por siete metros de estampida
buscan tus otros ojos perdidos
tus otros bosques sin galope
Al entrar
siete por siete pozos por siete olas por siete labios
despoblados
y a las charnelas
a su desvencijado saludo
respondo siempre habito este palacio
por los reinos del frío del frío
voy a las grutas del 2.º B
nadie con esa llave
nadie con esos ojos al entrar
siete por siete mares por siete soledades
¿Cómo contar ahora que la muerte se llama 2.º B
cómo decir 2.º B sin abismarse
por la tiniebla de porteros eléctricos y solos
cómo decir a nadie yo soy el enamorado del 2.º B
quién saca la basura del 2.º B
dónde se prende la luz del 2.º B
cómo vivir
cuando su nombre pálido te cerca?
Hay noches que no ofrecen
sino palomas ciegas en sus escaparates
Hay en algún lugar personas que no soportan ya el
silencio
Soledades al filo de la pólvora
soledades que tienen chaqueta en su respaldo
soledades con banqueros al fondo
soledades de las torres
las desmoronadas torres
soledades canallas bogando las venas y los albañales
No No era este el lugar ningún lugar nunca más un
lugar
Otros poemas de
Javier Egea
«La extraña luz» * «Lo que pueda contaros»
«19 de mayo» * «Perdón» * «Raro de luna»
«La luz del laberinto» * "Teresa" * "Paseo de los tristes"
Grandes Obras de
El Toro de Barro
Eugenia León, "Ahogada sirena, La” Los poemas de una niña de 10 años de edad.
Col. «Mayor», Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro.
PVP 10 euros.
Tarancón de Cuenca, 2002.
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