Carlos Alcorta
(España, 1959)
El viento de las
panojas
A Juan Manuel Puente
Para
hacer nuestro el cielo que nos cubre
nos
hemos detenido aquí, en lo alto,
instigados
por una sensación
de
plenitud difícil de ignorar;
hemos
interrumpido nuestro viaje
para
anular el tiempo y su deriva
y
hacernos uno en la existencia plena,
en lo
que vemos y en lo que sentimos.
Y no es
improvisada esta mirada
que
confía en lo eterno del instante,
viene
del fondo de nosotros mismos,
de una
niñez lejana, sin memoria
y se
adentra en la noche de las cosas,
sabiéndolas
de todos, usadas, al alcance.
Duerme
el valle. Sacude el viento las ventanas
atrancadas,
los olmos aún enaltecidos,
las
plantaciones de maíz marchito.
Su
música nos baña como fresco
aguacero
a última hora de la tarde.
Anida
en nuestras manos que se agrupan
y son
cepo y sostén del invisible
ángel
de la amistad reaparecida.
Está
serena el alma y no nos mueve
más
deseo que el de exaltar las horas
que
vivimos sin prisa, demorando el vigor
que la
noche sin nubes nos infunde.
Nos
vemos juntos en el universo
uno,
conformes, sí, con ser presencia.
Panojas
esparcidas sobre la tierra seca
y en el
aire el polen que multiplica
nuestro
júbilo. Estar como si ahora
fuera
un siempre, palpando
la
realidad que nos ampara y colma
es lo
que demandamos. Que se seque
la
negra flor de la nostalgia. Ahora
y en la
hora de nuestra muerte. Amén.
De su libro
Sol de resurrección
Calambur, 2009
O vento das
espigas de milhos
Traducción
de Jorge Gomes Miranda
Para tornar nosso o céu que nos
abriga
detivemo-nos aqui, no alto,
instigados por uma sensação
de plenitude dificil de ignorar;
interrompemos a nossa viagem
para anular o tempo e a sua deriva
e tornarmo-nos um só na existencia plena,
no que vemos e no que sentimos.
E não é improvisado este olhar
que confia no eterno do instante,
vem do fundo de nós mesmos,
de uma infância longínqua, sem memória
e penetra na noite das coisas,
usadas, sabendo-as ao alcance de todos.
Dorme o vale. O vento sacode as janelas
trancadas, os olmos ainda enaltecidos,
as plantacões de milho murcho.
A sua música banha-nos como fresco
aguaceiro na última hora da tarde.
Faz ninho nas nossas mãos que se agrupam
e são cepo e suporte do invisivel
anjo da amizade reaparecida.
Está serena a alma e não nos move
maior desejo que o de exaltar as horas
que vivemos sem pressa, retendo o vigor
que a noite sem nuvens nos infunde.
Vemo-nos juntos no universo
uno, resignados, sim, em ser presença.
Espigas de milho espalhadas sobre a terra seca
e no ar o pólen que multiplica
o nosso júbilo. Estar como se agora
fosse um sempre, examinando
a realidade que nos ampara e eleva
é o que solicitamos. Que estiole
a negra flor da nostalgia. Agora
e na hora da nossa morte. Amém.
Otros poemas
de Carlos Alcorta
Grandes Obras de
El Toro de Barro
Carlos Morales del Coso, "Coexistencia (Antología de poesía israelí –árabe y hebrea– contemporánea” Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed. Tarancón de Cuenca, 2002. PVP 10 euros. |
El Toro de Barro |
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