Giuseppe Sanmartino, Cristo nella Sindone. Capilla de San Severo |
Laura Gordiani
La sal
En qué lugar nos alzamos
a implorar la sal ?
La sal para surcar la senda
oblicua de la noche y no perderse,
la sal para encender la sed
del mundo y volver a convocar
la lluvia, esa sal que nos abandona
con cada parpadeo,
la sal de todos los ojos
y todas las estatuas,
la sal sin mesura,
repartida, multiplicada
para resucitar este pan reseco
de palabras, estas espigas
condenadas antes de asomar.
a implorar la sal ?
La sal para surcar la senda
oblicua de la noche y no perderse,
la sal para encender la sed
del mundo y volver a convocar
la lluvia, esa sal que nos abandona
con cada parpadeo,
la sal de todos los ojos
y todas las estatuas,
la sal sin mesura,
repartida, multiplicada
para resucitar este pan reseco
de palabras, estas espigas
condenadas antes de asomar.
De su libro
Noche sin clausura
(Amargord, 2012)
Grandes Obras de
El Toro de Barro
Agotado |
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