Georg
Trakl
De profundis
Versión
de Helmut Pfeiffer
Existe un campo de
rastrojos donde cae una lluvia negra.
Existe un árbol pardo que se alza solitario.
Existe un viento que susurra entre chozas vacías.
Qué atardecer tan triste.
A la orilla de la aldea
la dulce huérfana recoge escasas espigas.
Sus ojos redondos y dorados recorren el crepúsculo
y su seno anhela al esposo celestial.
De regreso al hogar
unos pastores hallaron el dulce cuerpo
descompuesto en el espino.
Una sombra soy lejos de oscuras aldeas.
El silencio de Dios
bebí en la fuente del bosque.
Sobre mi frente golpeó un frío metal.
Arañas buscan mi corazón.
Hay una luz que se extinguió en mi boca.
De noche me encontré en un páramo,
colmado de deshechos y de polvo de estrellas.
En los avellanos
tintinearon ángeles cristalinos.
Existe un árbol pardo que se alza solitario.
Existe un viento que susurra entre chozas vacías.
Qué atardecer tan triste.
A la orilla de la aldea
la dulce huérfana recoge escasas espigas.
Sus ojos redondos y dorados recorren el crepúsculo
y su seno anhela al esposo celestial.
De regreso al hogar
unos pastores hallaron el dulce cuerpo
descompuesto en el espino.
Una sombra soy lejos de oscuras aldeas.
El silencio de Dios
bebí en la fuente del bosque.
Sobre mi frente golpeó un frío metal.
Arañas buscan mi corazón.
Hay una luz que se extinguió en mi boca.
De noche me encontré en un páramo,
colmado de deshechos y de polvo de estrellas.
En los avellanos
tintinearon ángeles cristalinos.
DE PROFUNDIS
Hi ha un camp de rostoll on cau una pluja negra.
Hi ha un arbre fosc que s’alça solitari.
Hi ha el xiulet d’un vent que encercla cabanyes buides.
Que trist aquest capvespre.
Pels termes del vilatge
La tendra òrfena aplega encara unes quantes espigues.
Els seus ulls pasturen rodons i daurats dins la posta
I el seu ventre és a l’aguait del nuvi celestial.
A l’hora del retorn
Els pastors van trobar aquell cos dolç
Podrit al bardisser.
Una ombra sóc allunyada de pobles obscurs.
El silenci de Déu
Me l’he begut a la font de l’arbreda.
Al meu front apareix un metall fred
Aranyes busquen el meu cor.
Hi ha una llum que se m’apaga a la boca.
De nit m’he trobat en un erm,
Tot cobert de deixalles i pols d’estrelles.
Entre els avellaners
Tornaven a sonar àngels de cristall.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP: 10 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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En un dramático–y real– camino de retorno,
algunos de los 130 niños que sobrevivieron a Auschwitz viajaron de nuevo al escenario de aquel apocalipsis con un grupo
de estudiantes israelíes de secundaria, en el que se encontraban sus hijas. El
encontronazo de dos generaciones distintas con aquella memoria de dolor provocó
una gigantesca catarsis individual y colectiva, cuya historia fue narrada por la psicóloga
infantil Amela Einat en La cicatriz del humo,
Esta novela coral pone de manifiesto las diversas formas de
experimentar la presencia real de aquella tragedia en todas las
generaciones del Israel contemporáneo, de cuyas patologías Amela Einat
es una reputada e innovadora especialista
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