Quién soy sin exilio
Extraño como el río al borde del río...El agua
me ata a tu nombre. Nada me retorna de mi
lejanía
a mi palmera: ni la paz ni la guerra.
Nada me incorpora a los Evangelios.
Nada... nada relumbra desde la costa del flujo
y el reflujo entre el Tigris y el Nilo.
Nada me desembarca de los navíos del faraón.
Nada me porta o me hace portar una idea: ni la
nostalgia
ni la promesa. ¿Qué hacer? ¿Qué
hacer sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua?
El agua
me ata
a tu nombre.
Nada me lleva de las mariposas de mi sueño
a mi realidad: ni la tierra ni el fuego. ¿Qué
hacer sin las rosas de Samarcanda? ¿Qué
hacer en un lugar que pule los cantos con sus
piedras
lunares? Ambos somos ligeros, como nuestras
casas,
en los vientos lejanos. Somos amigos de los
seres
extraños entre las nubes... dos restos de
la gravitación de la tierra de identidad. ¿Qué
haremos? ¿Qué
haremos sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua?
El agua
me ata
a tu nombre.
No queda de mí más que tú, y no queda de ti
más que yo, un extraño que acaricia el muslo de
su extraña. ¡Oh,
extraña! ¿Qué haremos con la tranquilidad que
nos queda y con una siesta entre dos mitos?
Nada nos lleva: ni el camino ni la casa.
¿Este camino ha sido siempre igual,
o nuestros sueños lo han cambiado
tras hallar, entre los mongoles, un caballo
en la colina?
¿Qué haremos?
¿Qué
haremos
sin
exilio?
Poemas extraído de
El lecho de una extraña (1999)
Otros Poemas de Mahmud Darwish
"El último tren se ha parado"
Quién soy sin exilio
Una nube en Sodoma
Libro
recomendado
PVP: 8 euros
Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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No era nuestro el tiempo. Era de otros que fueron
nosotros
sin cicatrices, sin velos, casi desnudos.
Otros cuya piel era dorada ,
mundo con luz y menor sobresalto (…)
No aceptamos la forma que tuvimos.
Es sólo un rumor
que rinde su presencia
con sombras que nadie reconoce.
De nada sirve saber en dónde estamos:
La realidad conserva en sus umbrías
resplandores de una luz que no nos pertenece.
Vivir es costumbre,
fulgor fingido,
ilusión de ver entre tanta ceguera.
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