Autor
anónimo
La batalla
Traducción
dedicada a
Irene
Zamorano
(Marrakesh,
2006).
Habíamos agotado todas las palabras del amor.
Callamos entonces.
Un silencio profundo se extendió entre nosotros
como entre dos ejércitos dispuestos para la batalla.
Y libramos la más grande batalla de amor.
El ruido de los sables estaba en nuestra boca.
Los suspiros de los moribundos en nuestros
estertores.
El estruendo de los carros de guerra ardía en las
arterias...
Y te conservé,
contra mí,
como un estandarte destrozado.....
Traducido de la edición
francesa de
El jardín de las caricias,
De Fanz Toussaint
"La voluptuosa" "El sueño de los lebreles" "El alfarero"
"Canto de despedida" "La serpiente" El alfarero
"La bailarina" "La batalla" "El Vencido"
"La canción del guerrero" "La arena"
Grandes Obras de
El Toro de Barro
llegar limpia de nombres
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra
Otros poemas de
El Buscador de Joyas |
1 comentario:
Es magnífico, cuánta fuerza, cuánta profundidad y cuánta belleza.
Publicar un comentario