Dios maya hallado en Tikal (Guatemala) |
Carlos de la Rica
(España, 1929 – 1997)
Saludos desde Z a Yuri Gagarin
Oh astros, Gagarin, oh el
polen de Venus,
la vid de Venus
azul o verde;
lúcido Gagarin, jinete sobre el sideral polvo,
-oh luna, excelsa Diana, cazadora Selene–
marcando Gagarin desde la nave de la colina
el gemido. Oh el limpio
verde de las coníferas
junto al Volga o el Nieper.
Domador, otra vez, Gagarin, de los vidrios,
a –desde el más arriba de los riscos, oh astros–
de cúpulas y tejas, heno y ciudades,
de plantas siderúrgicas, del contenido curso de los ríos
en los pantanos,
–oh de la humeante luna–
sobre la tierra rusa, de la Mongolia,
y la Cuba del Azúcar.
Así, oh temblor de las fábricas, el del aeropuerto,
la vid de Venus
azul o verde;
lúcido Gagarin, jinete sobre el sideral polvo,
-oh luna, excelsa Diana, cazadora Selene–
marcando Gagarin desde la nave de la colina
el gemido. Oh el limpio
verde de las coníferas
junto al Volga o el Nieper.
Domador, otra vez, Gagarin, de los vidrios,
a –desde el más arriba de los riscos, oh astros–
de cúpulas y tejas, heno y ciudades,
de plantas siderúrgicas, del contenido curso de los ríos
en los pantanos,
–oh de la humeante luna–
sobre la tierra rusa, de la Mongolia,
y la Cuba del Azúcar.
Así, oh temblor de las fábricas, el del aeropuerto,
oh pinos y carreteras
sobrevolados. Construiremos
un oficio de amor apilando las nubes,
Gagarin, Marte odiado, tierra y agua
por debajo.
Con su escafandra Gagarin, con el mar y la yerba,
la cinta del río discurriendo serpiente,
de los árboles del bosque las copas curvas o afiladas,
la aurora poderosa nunca más nueva
en su carroza; la explosión,
oh sol, de luz en los cristales.
Alimentando Gagarin las playas, la orilla izquierda y roja,
de bellas muchachas saludadas desde la gruta volante.
Más Gagarin marinero,
oh espolón de plata y oro sobre agua abandonado,
adelante más, mármol movido expuesto al cuerpo del héroe.
Plus
Ultra, relámpago vivo, vendaval de fuego, dioses,
destello y ceniza con el choque, a través de las retamas,
pájaro Gagarin sin plumas, sin alas, el rubí de tu carne
en la caja de malaquita de Moscú. Oh almendros,
oh marzo 27,
forjador de metales, Gagarin el del pueblo.
caire, Gagarin, a cuestas tu esmeralda;
como un leopardo sigiloso, Yuri,
camarada Yuri Alexeyevich Gagarin,
sobre las ramas largas del espacio,
desleídos los dedos
al movimiento que tiñe los crepúsculos
de un planeta
al que sus moradores llama LA
TIE
RRA
mas nosotros, los moradores de Z,
con A + 2x señalamos en la Gran Carta.
sobrevolados. Construiremos
un oficio de amor apilando las nubes,
Gagarin, Marte odiado, tierra y agua
por debajo.
Con su escafandra Gagarin, con el mar y la yerba,
la cinta del río discurriendo serpiente,
de los árboles del bosque las copas curvas o afiladas,
la aurora poderosa nunca más nueva
en su carroza; la explosión,
oh sol, de luz en los cristales.
Alimentando Gagarin las playas, la orilla izquierda y roja,
de bellas muchachas saludadas desde la gruta volante.
Más Gagarin marinero,
oh espolón de plata y oro sobre agua abandonado,
adelante más, mármol movido expuesto al cuerpo del héroe.
Plus
Ultra, relámpago vivo, vendaval de fuego, dioses,
destello y ceniza con el choque, a través de las retamas,
pájaro Gagarin sin plumas, sin alas, el rubí de tu carne
en la caja de malaquita de Moscú. Oh almendros,
oh marzo 27,
forjador de metales, Gagarin el del pueblo.
caire, Gagarin, a cuestas tu esmeralda;
como un leopardo sigiloso, Yuri,
camarada Yuri Alexeyevich Gagarin,
sobre las ramas largas del espacio,
desleídos los dedos
al movimiento que tiñe los crepúsculos
de un planeta
al que sus moradores llama LA
TIE
RRA
mas nosotros, los moradores de Z,
con A + 2x señalamos en la Gran Carta.
De su libro
Poemas
Junto a un pueblo,
Poesía de España, 1977.
Otros poemas de Carlos de la Rica
(«Realismo
mitológico»)
«A Ezra Pound» (1977)
«Yo amo una raza hermosa que vivió en América» (1977)
«La marcha de los negros» (1977)
«Ícaro» (1977)
«Saludo desde Z a Yuri Gagarin» (1977)
«Yad Vashem» (1977-2000)
«El rapto de Europa» (1977-2000)
Grandes Obras de
El Toro de Barro
José Ángel Cilleruelo, Domicilios. Antología
(1983-2004) Col. «La piedra que habla»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2005.
PVP 10
euros |
El Toro de Barro |
1 comentario:
Un poema que trasunta la idea de que la paz y la hermandad pueden provenir desde esferas extraterrestres, en el sentido literal (desde fuera de la tierra), donde el hombre toma conciencia de su pequeñez y de la fugacidad del tiempo.
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