Sabah Zwein
(Líbano)
Ésta no es manera de devolver los semblantes frustrados
a su estado normal.
Ésta no es manera de amasar cuerpos desnudos.
Sobre el peldaño de una expresión.
Sobre el peldaño de nuestros ecos.
Los ecos del ayer.
Sobre el peldaño.
El alba.
Tu expresión ya tuvo lugar antes.
Ayer. Antes.
Nuestro retorno es muy difícil.
Mi dolor es comienzo de la palabra.
La palabra antecedente.
En la incapacidad de expresión.
En el mundo invisible. En.
Nos desintegramos. Andadura imposible.
A partir de nuestros momentos eternos.
A partir de nuestras cabezas invertidas.
Hacia mi casa antigua.
Tú. O. A partir del sol naciente.
A partir de nosotros.
En quién nos convertiremos
a partir de tu semblante preliminar.
O sea, y tu aliento.
A partir de un día lejano, ayer
Siempre, siempre.
Mi casa antigua
mi sol inefable
este tiempo viejo que no cambia
y tú, contigo.
El dolor de nuestras silabas rasgadas.
El eco de tu movimiento.
Me mortifica.
El dolor de no escribir.
De.
Ayer.
O sobrepasar la larga escalera
flotar en el oro en el viento
envolverte desnudo en sudario blanco.
Para qué parar tanto
Ante nuestras miradas oblicuas
Conservar nuestro hombro compartido
Excavar en la palabra mutua.
Sobre el peldaño de nuestras largas sonrisas.
La vieja sombra se vuelve inclinada.
Tú quedaste, en el crepúsculo, al borde del mar
un mar muerto.
Veo a personas desconocidas
remando
hoy.
Es un momento minúsculo.
Veo flores que crecen en tu jardín inclinado.
Y yo.
En el centro, nunca, o tú.
A partir del abismo luminoso
a partir de los muy lentos sonidos
a partir de tu semblante.
A partir de nuestras caras perturbadas.
Las palabras son triviales.
Las palabras están cerradas.
Por qué la puerta roja está cerrada.
a su estado normal.
Ésta no es manera de amasar cuerpos desnudos.
Sobre el peldaño de una expresión.
Sobre el peldaño de nuestros ecos.
Los ecos del ayer.
Sobre el peldaño.
El alba.
Tu expresión ya tuvo lugar antes.
Ayer. Antes.
Nuestro retorno es muy difícil.
Mi dolor es comienzo de la palabra.
La palabra antecedente.
En la incapacidad de expresión.
En el mundo invisible. En.
Nos desintegramos. Andadura imposible.
A partir de nuestros momentos eternos.
A partir de nuestras cabezas invertidas.
Hacia mi casa antigua.
Tú. O. A partir del sol naciente.
A partir de nosotros.
En quién nos convertiremos
a partir de tu semblante preliminar.
O sea, y tu aliento.
A partir de un día lejano, ayer
Siempre, siempre.
Mi casa antigua
mi sol inefable
este tiempo viejo que no cambia
y tú, contigo.
El dolor de nuestras silabas rasgadas.
El eco de tu movimiento.
Me mortifica.
El dolor de no escribir.
De.
Ayer.
O sobrepasar la larga escalera
flotar en el oro en el viento
envolverte desnudo en sudario blanco.
Para qué parar tanto
Ante nuestras miradas oblicuas
Conservar nuestro hombro compartido
Excavar en la palabra mutua.
Sobre el peldaño de nuestras largas sonrisas.
La vieja sombra se vuelve inclinada.
Tú quedaste, en el crepúsculo, al borde del mar
un mar muerto.
Veo a personas desconocidas
remando
hoy.
Es un momento minúsculo.
Veo flores que crecen en tu jardín inclinado.
Y yo.
En el centro, nunca, o tú.
A partir del abismo luminoso
a partir de los muy lentos sonidos
a partir de tu semblante.
A partir de nuestras caras perturbadas.
Las palabras son triviales.
Las palabras están cerradas.
Por qué la puerta roja está cerrada.
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