Autor anónimo
La bailaina
Alta, delgada, se irguió, las manos en la nuca.
Cuando evoco esa belleza,
se agita mi viejo corazón.
Había bailado algunos de
los bailes de su tribu:
la danza del Sol, que es
una danza vertiginosa;
la danza de la Luna, que es una danza
mesurada;
y la danza de la Muerte, que es una danza
inmóvil.
Pero aún no había bailado
la danza del Amor...
El Sol, con su cortejo de
alegrías;
la Luna, con su cortejo de melancolía,
y la Muerte, con su cortejo de
dolor, habían bailado ante nosotros.
Pero el Amor esperaba que
arrojáramos las rosas
sobre el tapiz de quien lo
celebraba...
De pronto, dos niños la
despejaron de sus velos,
y ella, despidió a los
músicos con un gesto silencioso de sus dedos.
Bailó primero con los ojos
y con sus párpados alados de pestañas.
¡Entre sus dos manos, su
cabeza pesaba lo que pesaba el mundo!
Por último, su rostro se
iluminó,
dio tres pasos, arqueó su
cuerpo,
y sus manos extendió
desesperadamente...
y de pronto se irguió y nos las regaló abiertas
después de aprisionar el
perfume ondulado de las rosas...
Traducido de la edición
francesa de
El jardín de las caricias,
De Fanz Toussaint
"La voluptuosa" "El sueño de los lebreles" "El alfarero"
"Canto de despedida" "La serpiente" El alfarero
"La bailarina" "La batalla" "El Vencido"
"La canción del guerrero" "La arena"
Grandes Obras de
El Toro de Barro
llegar limpia de nombres
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra
Otros poemas de
El Buscador de Joyas |
5 comentarios:
Maravilloso poema.
Pero... ¡Que maravilla! ¡Que sorpresa! ¡Que hermoso regalo! No se que decir, estoy emocionada, escalofríos de fiebre emocional me recorren el cuerpo.
Miles de gracias.
Un abrazo.
Mercedes.
Las estadístcas determinan las preferencias, pero estos maravillosos de poemas de amor que has juntado, Carlos, en tus alucinantes alacenas de palabras, son tan maravillosos, sorprendentes, que los guindaría todos en un mismo lienzo para que nos recordaran cómo el amor alcanza cualquier hondura, el timbre de notas aún inéditas, los rumores de todas las aguas, y en particular cómo ese sentimiento evidencia la más alta esencia de la que estamos hechos. Un verdadero deleite, inagotable por demás.
Es un poema hermoso. Gracias de nuevo por elegir este "instante" para estar junto a él.
Al abrir este portal se abren el raudal de lágrimas, me conmueven las palabras, la generosidad de los poetas, estoy llorando por tanta belleza. Me siento enamorada de tanto amor.
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