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Recomendaciones para domesticar una avestruz
Primero se le coge de una pata,
luego se le propina un puntapié,
más tarde se le da un terrón de azúcar
y acto seguido pan y leche y palos.
Transcurridos seis meses por lo menos
diciendo abracadabra se le cuelga
de un árbol muy frondoso de tal guisa
que pasar pueda ver los autobuses.
Después de encomendarle a San Pancracio
-patrono de las aves de corral-,
se le cortan las alas, se le pinta
de amarillo y azul la cresta y basta.
Y a esperar, esperar... Todo en la vida
ya sabemos que es cosa de paciencia.
Si esto hacéis, yo os prometo que algún día
podréis llevar a un avestruz al cine.
De su libro
El Toro de Barro, Cuenca
1966.
Otros
poemas de Los animales vivos:
"La caza de la cigüeña en África""Recomendaciones para domesticar a un avestruz""Soneto buey"
Otros
poemas de Gabino Alejandro Carriedo
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© Del poema, Gabino
Alejandro Carriedo.
© De Los animales vivos, Ediciones El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite
la autoría.
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