viernes, 8 de febrero de 2013

"Apagada la luz en Furnival House", de Balbina Prior





Apagada la luz en Furnival House






Hoy es uno de esos días,
olvidados ya de memoria adolescente,
días con dedos negros de cuero
y rapada la cabellera, que hubieran roto un cristal.
Como si traspasada mi ventana por la piedra
de obscenos instintos penetraran
sin sonar siquiera una alarma, saqueando
todas mis establecidas buenas costumbres,
altísimas murallas de virtud inaccesible.

Patas arriba la casa, dura tarea
recomponer no sé cuántos años
denodados de adquirir enseres
para la calma, y el sosiego quebrado hoy,
abierta toda como puertas sin trancas
y aún los ladrones de miel dentro. 

Ahora no puedo pensar,
él tardará pocos minutos
y como en una glorieta que une vientos
mi cabello me delata.
Debo apurar la penúltima copa,
y entornada ya la puerta de la calle
por si de nuevo entrara esquivo,
me sentaré sobre esta calma estéril.

Ahora ya puedo desvestir mi arrugada pena
y colgarla en cuál de estos armarios,
simple azar como todos sus antojos.
                        Maldigo
cada vez que en su buzón reposan
inquietas mis llamadas,
cada ahogada pregunta
porque ya no tengo derecho alguno,
cada queja que en silenciosa almohada guardo,
cada vez que tiene prisa y su reloj
con una mirada le requiere,
pero, sobre todo,
cuando baja la persiana mientras duermo
y se marcha sin una despedida.

Demasiados frentes, mi amor,
la sequía continuada en la creación,
encontrar sueños cada noche,
el dinero y el autobús que nunca llegan,
el sexo, implacable,
la juventud que se derrocha
y luego buscas en cualquier vertedero.
Pero si te vas, amor,
meteré a quien sea en mi cama.

Lo sé, tengo abiertos demasiados frentes,
las fauces de la rutina,
las ocho horas de jornada
clavadas como banderillas de fuego
en los lomos de mi cansancio,
los pocos favores del destino,
y tú, amor.
Demasiados frentes
hoy que la palabra desaliento se enreda
y no puedo seguir...

De su plaquette







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© Del poema, Balbina Prior.
© De Ladrones de Miel, El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
 

 


PVP: 8 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Libro recomendado



Yo, que he sobrevivido a cien lanzas
y he hecho temblar el vientre
del desierto con uno solo de mis carros,
perdí ante tus ojos mi última batalla.
Ser cobarde en amor equivale a estar muerto.
Mercedes Escolano











 
 
 
 

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