domingo, 7 de agosto de 2016

«El hambre», de José Ángel Leyva


José Ángel Leyva
(México, 1958)
                                                 

El hambre
       


Impaciente el hambre chilla
Nubes oscuras galopan a lomo de presagios
El sol arrastra la tarde desde muy temprano
La noche es roída por ratas de estómagos vacíos
Un pensamiento turbio y un corazón entre la niebla
La multitud se apiña en la escasez
Vuelan moscas entre vísceras al aire
Dientes sin abasto muerden por gravedad la tierra
Entre sí las formas vivas se comen por designio
En espiral asciende la gula de las larvas
Enfermas las células son huecos de la carne
El hombre es lobo del hambre y es el lobo







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EToro de Barro
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  En un dramático–y real– camino de retorno, algunos de los 130 niños que sobrevivieron a Auschwitz vijaron de nuevo al escenario de aquel apocalipsis con un grupo de estudiantes israelíes de secundaria, en el que se encontraban sus hijas. El encontronazo de dos generaciones distintas con aquella memoria de dolor provocó una gigantesca catarsis individual y colectiva, cuya historia fue narrada por la psicóloga infantil Amela Einat en La cicatriz del humo, Esta novela coral pone de manifiesto las diversas formas de experimentar la presencia real de aquella tragedia en todas las generaciones del Israel contemporáneo, de cuyas patologías Amela Einat es una reputada e innovadora especialista



"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci























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