miércoles, 11 de febrero de 2015

«En el bosque está Dios», de Víctor Toledo

Poema EN EL BOSQUE ESTÁ DIOS, de Víctor Toledo. Libro de Referencia: Mercedes Escolano, "Estelas" Col. La piedra que habla, Ed. El toro de Barro, Carlos Morales del Coso Ed. PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es



Víctor Toledo
(México, 1957)
En el bosque está Dios


En el bosque está Dios pero el hombre se empeña en alejarlo.
Rilke bebía las grandes lejanías
(las infinitas extensiones de la madre Rusia)
para ver la Presencia, la grandeza celeste de Dios
mas el hombre alejó lo divino tras la revolución.

Traje a un demonio (director de un diario) a defender al bosque
(que arrullaba en sus copas al mar
y éste al viento recién nacido con su dorada piel)
pero otro demonio sin coplas (tomando forma de política cortesana)
lo terminó por apartar.
¿Por qué depender de los demonios
para salvar la selva. Para salvar a Dios?
Es una pregunta que le hago a Dios: creo que me escucha, me responde
pero no lo comprendo bien.

Está Dios en el bosque: la cabaña del Ser
 -con pífanos y ninfas nos da su epifanía-
pero el hombre se empeña en destruirlo, no lo re-conoce
y cuando alguien se lo quiere mostrar (para que no lo arrase)
no lo puede ver, sumido como está en su inmediatez
en su endemoniada liquidez, en sus in-versiones de la realidad
inmersiones en la oscuridad (construir es destruir).

Canta la luz en el bosque, surge el Ser
pero pocos escuchan este canto
los pájaros maravillosos son brillos de estos rayos
la luz vuelta música -colores de aromas-
Palabras con que Dios quiere darse a los hombres a entender.

En la noche del bosque
                                     en su surco profundo
Dios lanza las estrellas: granos, letras, conteniendo todos los alfabetos
(semillas de la fertilidad del infinito, avecedarios del ser)
para alimentar sus aves que se forman de los colores de la aurora
                                                                                              la noche desgarrada
para darnos su mensaje.
Pero no escuchan los hombres, el cántico de aroma
no ven la teofanía, enredados en el ruido
maquiavélico de máquinas (los ladridos de gozques)
                                                                                     que taladran dragones         
que destrozan los goznes, que deshilan el bosque
que desatan satánicos nudos, del Tiempo del Sueño
   A la voz que nos Dio.
   Alabos que dio
               Ala bosque Dios.



                                                                        

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Grandes Obras de 
El Toro de Barro
 Mercedes Escolano, "Estelas" Col. La piedra que habla, Ed. El toro de Barro, Carlos Morales del Coso Ed. PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Mercedes Escolano, "Estelas"
Col. La piedra que habla, Ed. El toro de Barro, Carlos Morales del Coso Ed.
PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Mercedes Escolano "Islas", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro dMercedes Escolano "Estelas", Col. La Piedra que habla, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2005e Barro, Tarancón de Cuenca 2000

 

































 



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