miércoles, 30 de octubre de 2013

«El deleite de las formas», de Coral Bracho

"Danzas marinas", de Howard Schatz



Coral Bracho
(1951)

El deleite de las formas

 


Danza gozosa. Grito
de la sombra en la luz.
Noche que vuelca su estridencia animal
en la alegría de la mañana.
En ella se ramifica;
en ella estalla y se entrelaza. En su orilla clarísima
florece. Es el deleite de las formas
en su escarpada contigüidad, en su abismada
cercanía. Los ríos se traban, sin fundirse,
en una oscura fulguración, en una flama
arborescente. Fauna
que entre las llamas se desliza.
Es el placer de los contrarios su desbandada cavilación,
su selva henchida
y resonante.





Otros poemas de Coral Bracho

 
 
 

Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2000.
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín
Col. «Cuadernos del Mediterráneo»
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2000.
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2000.



























lunes, 28 de octubre de 2013

Psª Holocausto: "Cavaban", de Paul Celan

Estudio, selección y notas de Carlos Morales.
(En preparación) 

 
Paul Celan 
 Cavaban 



Había tierra en ellos y cavaban.

Cavaban y cavaban y pasaba así
el día y pasaba la noche. No alababan a Dios
que, según les dijeron, quería todo esto,
que, según les dijeron, sabía todo esto.

Cavaban y nada más oían;
y no se hicieron sabios ni inventaron un canto
ni imaginaron un lenguaje nuevo.
Cavaban.

Vino una calma y vino una tormenta
y todos los océanos vinieron.
Yo cavo y tú cavas e igual cava el gusano
y aquel remoto canto dice: cavan.

Oh uno, oh nadie, oh ninguno, oh tú:
¿Adónde iba si hacia nada iba?
Oh, tú cavas y yo cavo, yo me cavo hacia ti
y en el dedo se nos despierta el anillo.




De su libro
La rosa de nadie 
(1963)

Otros poemas de Paul Celan en torno al
 Holocausto

«Corona» (1952)    *    «Fuga de la Muerte» (1952)    *     «Tarde y profundo» (1952)    *    «Argumentum e silentio» (1955)    *    «Ante una vela» (1955)    *    «Nocturnamente enfadados» (1955)    *    «Tenebrae» (1959)    *    «Wolfsbohne» (1963)    *    «Cavaban» (1963)    *    «Salmo» (1963)    *    «Radix, Matrix» (1963)    *    «Químico» (1963)



Grandes Obras de
El Toro de Barro

Carlos de la Rica,"Yad Vashem”
Col. «Biblioteca Internacional del Holocausto»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed.
Tarancón de Cuenca, 2000.
PVP 8 Euros.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Carlos de la Rica,"Yad Vashem” Col. «Biblioteca Internacional del Holocausto» Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed. Tarancón de Cuenca, 2000. PVP 8 Euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es

















domingo, 27 de octubre de 2013

Psª del Holocausto. «Salmo», de Paul Celan.





Estudio, selección y notas de Carlos Morales.
(En preparación) 

 (1920-1970)
Salmo




Nadie nos talla de nuevo  de tierra y arcilla.
Nadie encanta nuestro polvo.
Nadie.

Alabado seas tú, Nadie.
Por amor a ti queremos florecer
florecer.
Hacia
ti.[1]

Una nada
fuimos, somos, seremos
siempre, floreciendo:
rosa de nada,
rosa de Nadie.

Claro de alma el estilo[2],
yermo tal cielo el estambre,
roja la corola
por la púrpura palabra que cantamos
sobre oh sobre
la espina.

De su libro
La rosa de nadie  (1963)


Otros poemas de Paul Celan en torno al
 Holocausto

«Corona» (1952)    *    «Fuga de la Muerte» (1952)    *     «Tarde y profundo» (1952)    *    «Argumentum e silentio» (1955)    *    «Ante una vela» (1955)    *    «Nocturnamente enfadados» (1955)    *    «Tenebrae» (1959)    *    «Wolfsbohne» (1963)    *    «Cavaban» (1963)    *    «Salmo» (1963)    *    «Radix, Matrix» (1963)    *    «Químico» (1963)

Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Masrgalith Matitiahu, "Kamino de tormento", Col. Kuadrinos Sefardíes, Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.
Margalit Matitiahu "Kamino de tormento".
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales Ed.
Tarancón de Cuenca 2000.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Masrgalith Matitiahu, "Kamino de tormento", Col. Kuadrinos Sefardíes, Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.



 





















lunes, 21 de octubre de 2013

"Anna eterna", de Gyula Juhasz



Anna eterna






Los años vinieron, pasaron, tú desapareciste
poco a poco de mis recuerdos, se apagó
tu rostro en mi corazón, se borró
el arco de tus hombros, fluyó
tu voz y no fuí tras de tí
en el bosque cada vez más profundo de la vida.
Hoy ya pronuncio tranquilo tu nombre,
hoy ya no tiemblo ante tu mirada,
hoy ya sé que eras una entre muchas,
que la juventud es locura, aún así,
no creas, corazón, que fue en vano,
y que todo pasó, !no lo creas!,
porque vives dentro, en todas mis corbatas
mal atadas, en cada palabra equivocada,
y en cada saludo perdido
y en cada carta rasgada
y en toda mi vida errada
vives y reinas eternamente. Amén.


ANNA ÖRÖK


Az évek jöttek, mentek, elmaradtál
Emlékeimbõl lassan, elfakult
Arcképed a szívemben, elmosódott
A vállaidnak íve, elsuhant
A hangod és én nem mentem utánad
Az élet egyre mélyebb erdejében.
Ma már nyugodtan ejtem a neved ki,
Ma már nem reszketek tekintetedre,
Ma már tudom, hogy egy voltál a sokból,
Hogy ifjúság bolondság, ó de mégis
Ne hidd szívem, hogy ez hiába volt
És hogy egészen elmúlt, ó ne hidd!
Mert benne élsz te minden félrecsúszott
Nyakkendõmben és elvétett szavamban
És minden eltévesztett köszönésben
És minden összetépett levelemben
És egész elhibázott életemben
Élsz és uralkodol örökkön, Amen. 




Puedes encontrar una breve y ajustada semblanza de Gyula Juhász (1883-1937) en ese gran espacio que es  Cronicas hungaras.




 Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Shamer Khair, en Carlos Morales COEXISTENCIA, Antología de la poesía israelí -árabe y hebrea- contemporánea.
2ª Edición. 
PVP 10 euros 
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

En todo lugar
hay un precipicio para los valientes
y una sombra para los exhaustos
y un manantial volcando su frialdad.
En todo amanecer
hay rocío para los temblorosos
y luz para los amantes
y frías piedras y salvajes pastos.
En todo anochecer
hay sosiego para los tempestuosos
y liviandad para los solitarios
y una roca para los que yacen al final del camino.

Otros poemas de





"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci