lunes, 31 de diciembre de 2012

"Casi un preludio", de Manuel Rico






Casi un pReludio




El viento se deshace
en el bosque que se alza entre los nombres
que dan felicidad o nos asustan.

Es el viento de las habitaciones conocidas.
El de los autobuses de la tarde.
El de las bibliotecas huérfanas y el de los sótanos
de la ciudad que sólo tú conoces.

El de las barcas sin destino, despistadas
por brújulas dementes, soñadoras
en la tarde más sola.

El viento de las chozas y de los pozos y de los hospitales.
El de los desvanes polvorientos de todas las infancias.
El de las tabernas sin memoria, muertas
el mismo día que borraron calle y barrio y años de devociones
y de alondras.

El de las cocinas y el de las alacenas. El viento de la madre
y el de las mujeres que asoman a la lluvia
la mirada infeliz o el labio triste.
                                                                 El viento
de la orfandad de Benjamin y el viento del exilio,
de nocturnos de hollín en la Francia del sur
del año 39,
el de los túneles de trenes olvidados, el viento de la carne
que con la edad flojea, el de las jaulas
y el de las celdas solas, el de la niebla
sobre estaciones de montaña o en valles solitarios,
el que orea los mimbres en remotas praderas.

El que llora y es ciego. El que ríe y vislumbra
una piel intocada y a la espera.

El viento se deshace
en la orfandad sin tiempo que vive el sustantivo,
en el lugar nombrado o en la tierra
de lo innombrable, de lo deshecho o roto, de lo humillado. 







 De su libro
Fugitiva ciudad,
Hiperión, España, 2012.
 

Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP: 15 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci






















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