Rodín
El alfarero
-poema árabe anónimo-
(Marraquech, abril 2006)
Inclinado sobre el torno,
como el amante se arrodilla ante la estera donde su amor descansa,
el alfarero contemplaba la arcilla,
y sus ojos de pronto se colmaron de lumbre.
Cerró con lentitud su mano y amasó la masa,
y el barro se contrajo como un torso recorrido por un beso interminable....
Un último toque, y la arcilla se alargó en forma de huso.
Entonces admiré la urna que acababa de surgir,
semejante al cuerpo tuyo cuando,
desnuda y quieta,
te alzas sobre nuestras alfombras....
partiendo de la edición francesa de
El Jardín de las caricias
de Franz Toussaint.
Es magnífico este poema. Yo tenía razón.
ResponderEliminar¡¡Bellísimo!!
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