Amador Palacios
El portarretratos
En
el portarretratos argentino
vive mi antepasado ferroviario
su muerte sepia, tal patibulario
tren condenado a no tener destino.
Desde su catafalco, el ambarino
rostro vidrioso mira el ordinario
cuarto como un gran sueño solidario
que no soñó su perentorio sino.
Dentro de la prisión opalescente
surge en su rostro la tristeza fútil.
Y, turbando penumbra lapidaria,
mi antepasado, intemperantemente,
clama el olvido, con premura inútil,
desde su eternidad ferroviaria.
vive mi antepasado ferroviario
su muerte sepia, tal patibulario
tren condenado a no tener destino.
Desde su catafalco, el ambarino
rostro vidrioso mira el ordinario
cuarto como un gran sueño solidario
que no soñó su perentorio sino.
Dentro de la prisión opalescente
surge en su rostro la tristeza fútil.
Y, turbando penumbra lapidaria,
mi antepasado, intemperantemente,
clama el olvido, con premura inútil,
desde su eternidad ferroviaria.
De su antología
Ed. El Toro de Barro
Tarancón de Cuenca, 2001.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP: 10 euros Pedidos a:
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Me ha parecido excelente "El Instante", por sus reiteraciones y encabalgamientos. Este autor, al que no conocía, me parece fuera de lo común. No parece interesado en mantener el pulso de la belleza, como si renunciara voluntariamente a ella o forzara la retórica con guiños vanguardistas -incluso en los versos de métricas más tradicionales- para desasosegarla. Es extraño, sí, es extraño.
ResponderEliminarMartín Almagro Sánchez
Un asturiano en Dublín