jueves, 25 de febrero de 2010

"Sono", de Amador Palacios

Sono

Soñé que fabricaba esperma en una playa
poniéndolo en el mar cual espuma de Venus;
de ella y el movimiento del mar nació una virgen.
Mi compañera y yo le pusimos por nombre simbólico Lourida,
obviando su morada, pensándola en el mito.

Al cabo de los años la vimos convertida
en hermosa muchacha de edad adolescente y figura inmutable
que se baña desnuda nas caldeiras do Castro
y que toca la gaita en fiestas marineras
y que tiene prestigio entre sus convecinos
por su origen ignoto y que nada de perlas:
encontrada impoluta y serena en la orilla.

A veces nos cruzamos con ella: no saluda
mas fija, con su gracia perpetua y ojos grandes
nuestra faz complaciente.
Apurando este sueño me despierto empalmado. 



De su poemario



 
Grandes Obras de
El Toro de Barro

"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci






























2 comentarios:

  1. Tus poemas me transportan a otro espacio, mas allá del silencio...y las estrellas, y cuando escucho tu voz entro en letargo olvidándome que no existo en este planeta!

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  2. Siempre es un placer descubrir, desde mi H-ignorancia, poetas como Amador. Son una delicia, en esta inmensidad real-virtual-real, tus elecciones.

    Un saludo.


    PD: Gracias por tus palabras en mi anterior blog "Viento en la isla". Las he descubierto hace unos días. El proyecto se ha quedado en eso, en proyecto.

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