martes, 24 de marzo de 2015

«Yo tenía un búmerang», de Víctor Toledo

Poema YO TENÍA UN BÚMERAG, del poeta mexicano Víctor Toledo. Fotografía de Walter HazardCarlos Morales, "Salmo”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2005.
Walter Hazard

Víctor Toledo
(México, 1957)
Yo tenía un búmerang



Yo tenía un búmerang
y un perro coli
cada vez que lanzaba el búmerang
regresaba la cola del perro
                                       zumbando
de no sé  dónde
                          de una casa de la infancia
de un día ahogado en medio de la luz
sobre un llano luminoso.

Yo tenía un coliperro
y un búmerang
cada vez que lanzaba al perro
el búmerang regresaba
meneando la cola
                         no sé de dónde
de un día maravilloso
mas solitario de la infancia
villa dorada del mar
de la casa de la luz justo en medio del azur.

Yo tenía una cola de búmerang
del cielo asomaba
era su ala desprendida
cada vez que la lanzaba
                                           de no sé dónde, cada ave,
desde un día
desdoblado de otra infancia
retornaba tiernamente de lo eterno.

Yo tenía un búmerang que era un perro
cuando lo lanzaba.
Yo tenía un perro que era un búmerang
Cuando lo lazaba.

Cuando estaba lejos era un colibrí
Cuando estaba cerca era un caribú.

Pero yo tenía una era
un colibúmerang
que siempre doblaba del cielo de la caza
de la infancia eterna de la interna luz
con los ojos luminosos de linterna
ahogados de inmortal felicidad
venida de la casa limpia del azul
Desde un día que tiene su ola yo sé dónde.

Traía entre las patas el trote de abril
traía entre las alas más de un marabú.

Cada vez que lo lanzaba taladrante
cada beso, cada ave, cada suave
cada vuelo, cada suelo, cada ala
cada ola, cada cola, caracola
                                        cada alma
cada oro, cada hora, cada ahora
                            el corazón, cada razón, cada sonar
                                                                      cada deseo
y Odiseo, cada hada y oda sea
                                                    cada Oído
doblando desdo-blando
perforaba la esquina más vertiginosa
más brillante,  más pura  y más redonda
                                                         del cielo más ladrante.




Otros poemas de Víctor Toledo




Grandes Obras de 
El Toro de Barro 
Carlos Morales, "Salmo”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2005.
Carlos Morales, "Salmo
Col. «Cuadernos del Mediterráneo»
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2005.

 


















9 comentarios:

  1. Este poema, sólo este poema, debiera hacer bajar la cabeza de aquellos muchos nuncios de la literatura que consideran los "juegos" del lenguaje como una muralla que impide la comunicabilidad de los emociones: quien lo lea se dará cuenta de que no. Más que un muro, ese uso valiente, divertido y libérrimo del que Víctor Toledo hace uso en sus poemas ensancha las emociones y su capacidad para expandirse en el mundo imaginario del lector. Estos modos de escritura, que guardan una estrecha sintonía con ciertas aventuras de vanguardia de los años cuarenta -me refiero al postismo español- y con algunos autores del siglo de Oro -pienso en Francisco de Quevedo- son tan poco comunes y tan escasamente frecuentados que no se puede pasar de lado ni mirarlos de perfil. Porque, seamos claros, el relato dominante de la historia de nuestras literaturas ha tendido a arrojar a la marginalidad a aquellos que entendieron que el lenguaje no era sólo una mera herramienta para transmitir emociones sino, también, una fuente en sí mismo de emoción. El Toro de Barro siempre estuvo en ese espacio marginal, apostó por sus habitantes, trató de sancionar su paso por este mundo. Yo, como continuador de esa aventura editorial, no puedo ni quiero abjurar de esas raíces. Tampoco lo voy a hacer como lector. Es la tradición, larga, soterrada y siempre heterodoxa que cultivaron -y cultivan- esa vieja idea del lenguaje como constructor de mundos: poetas que lo tratan como si fuera arcilla recién mojada que hay que moldear, o como un puñado de teselas con que construir un mosaico distinto de la misma realidad en que habitamos; ¿son minoría? Claro que sí. Pero son distintos, salvajemente distintos: y eso es lo que importa.

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  2. Pronto tendremos al gran Víctor Toledo en España, invitado por la Universidad de Sevilla y Manuel Ángel Manuel Angel Vázquez Medel. Gracias por servir de heraldo, no podría haber otro más adecuado que tú, Carlos.
    Yo acabo de saber que seré el encargado de presentar en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla el libro "Alba y ablA", la antología personal de Víctor recién publicado por la editorial argentina Leviatán, y que presenta el día 27 nuestra amiga Maria Isabel Saavedra en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires Me lo estoy estudiando....
    Al tiempo que se constituye el el Gilgamesh de Mesoamérica, el aliento de Víctor Toledo nace directamente de aquel Lucrecio que en De rerum Natura creía que "seguramente los dioses están lejos y probablemente son mortales". Y como mucho, "los dioses simplemente vagan/ por el luminoso espacio entre un mundo y otro" como señala Steiner al citar y comentar el Lucrecio de Tennyson

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  3. El poema singular, sin duda. Resplandeciente. Quien lleva esas memorias sabe que ha vivido. Y ese juego maravilloso se queda en el tránsito, para que cuando falte algo regrese el niño, el perro y el bumerang. Y con ello todo lo que trae en sus alforjas.
    Celebro que sea Miguel a quien le toque hacer la presentación. De poeta a poeta, qué mejor manera de honrar la palabra, la poesía y el porvenir.

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  4. Crecí soñando mundos luminosos y jugueteando con las palabras. Estos versos juegan una danza sonora tan real como imprevista. Gracias Carlos Morals del Coso por entregarnos este poema de Víctor Toledo. Gracias.

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  5. Admirable poeta y compañero querido Victor Toledo uno de los grandes de la poesía mejicana de hoy.

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  6. Es un poema entrañable, me sigue sorprendiendo, y muy agradablemente, el buen Víctor.

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  7. Bienvenido a la tierra de Borges, querido y distinguido poeta Víctor Toledo, preciosa selección de Carlos Morales del Coso

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  8. Gracias Carlos por regalarnos este bellísimo poema de Victor Toledo.
    Sabes que? Tengo un búmerang y además un border collie, saldré a jugar con el aunque esté muy fresca la mañana.

    Abrazos desde el Sur.
    REM

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  9. Poema admirable donde la infancia regresa una y otra vez vestida con el traje de la felicidad para mostrarnos que el color de la belleza no se pierde...tiñe el lenguaje. Maravilloso.

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