Eugenio de Andrade
SuR
Era verano, había un muro.
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
de la cal. De pronto
el silencio sacudió sus crines,
corrió hacia el mar.
Pensé: deberíamos morir así.
Así: arder en el aire.
Enlaces a otros poemas de
Eugenio de Andrade
Grandes Obras de
El Toro de Barro
Mercedes Escolano, "Estelas"
Col. La piedra que habla,
Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed.
PVP: 10 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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El Toro de Barro |
SuR
ResponderEliminarMe encantó el poema es bellísimo y es un instante
Hermoso poema ... un instante caótico
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