martes, 8 de enero de 2013

"Campos", de Zhiva Baltadzhieva

© Dominique Saunal






Campos semánticos, campos olvidados, campos de trigo,
campos de exterminio, campos deportivos, campos
lejanos, campos verdes, campos helados, campos
desprovistos, campos radioactivos, campos prehistóricos,
campos electromagnéticos, campos de batalla, campos
de trabajos forzados, campos de ensueño,
campos desérticos, campos de la victoria, campos
experimentales y etcétera campos
de acampada, de caminata,
de espera, de tránsito, de partida, de éxodo,
de abandono, de deslealtad, de amor, campos Elíseos
de la emoción, de huida, de lágrimas,
olvidados, queridos, fugaces campos de desaliento,
de retorno, de despedida, de advenimiento, de esplendor
y fracaso,
de un primer paseo bajo el sol, en la brisa, entre flores
y flores, bajita, sin peso, y el vestido estampado por la savia
de las hierbas jóvenes y olorosas. Campos balsámicos
hirientes, campos

suprimidos.




 
  © Otras fotografías de Dominique Saunal








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© Del poema y de su traducción, Zhivka Baltadzhieva 
En caso de reproducción, rogamos se cite su autoría.




































1 comentario:

  1. Escuchada en la voz sólida, lentísima y oscura de Zhivka Baltadzhieva, esta sucesión de imágenes en catarata alcanza un enorme poder hipnótico. Lo mismo le ocurre a muchos poemas de Fuga a Real, con la diferencia de que este poema resume, en un pocos versos, los tres grandes espacios de su imaginario en la que la gran poeta búlgara construye su compleja identidad: la naturaleza radiante y vigorosa en que su infancia emerge, el asombro ante el equilibrio del universo físico del que se intuye parte y, entre ellos, y a modo de un camino de ida y vuelta, el paisaje -una veces cotidiano, y otras mítico- de un espíritu desarraigado rodeado de preguntas que no sabe, o no puede, responder. Toda esta delicado laberinto emocional, que parece nacido para un lenguaje literario de alta retórica, Zhivkha nos lo dibuja con una implacable frialdad: esa es, en mi modesta opinión, la originalidad de su "Fuga", y la cualidad que lo asemeja a esa cuerda tensa con la que un violín y -otras veces- un chelo son capaces, de nuevo, de dibujar el mundo en que no encontramos lugar. Todavía es pronto par saberlo, pero creo que, obviando algunas debilidades habituales en todo volumen que es un "Libro de Libros" que oculta tras de sí una voluntad antológica, en "Fugas a lo Real" nos encontramos un libro capital de la poesía europea contemporánea que pasará a la Historia. Aconsejo leer, en este sentido, la evocación que ha hecho del mismo Ana March, un auténtico lujo de la inteligencia que nos ayudará a comprender lo mucho que se está perdiendo quien aún no lo tenga en su mano.

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