Entrada al complejo Auschwitz Bierkenau
El tren negro
Corro y corro, por favor.
El tren es negro.
Golpeo las puertas, una a una,
y todas las ventanillas.
– ¡Necesito viajar! Tengo los boletos ¡los boletos!
El tren está quieto.
El tren está caliente.
– ¿Quién viaja? Pasajeros, ¡pasajeros!
El tren bufa.
Corro y corro.
Por favor las puertas
yo viajo, tengo los boletos, ¡los boletos!
– ¿No hay pasajeros?
El tren cierra los ojos.
Corro y corro, ¡por favor, yo viajo,
abran las puertas!
El tren exhala su caliente aliento,
queda mudo, chato queda,
ciego, muerto.
Golpeo las puertas, las ventanas.
Por favor, yo viajo,
mis boletos, mis boletos blancos.
Se apagan las luces,
acaricio las puertas,
me arrodillo
por favor, yo viajo.
Abrazo las ruedas, los hierros,
viajo.
Mis boletos, mis boletos blancos.
Otros poemas de
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© De
la versión, Carlos Morales y Ed. El Toro de Barro
© De Negra leche del alba, El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
© De Negra leche del alba, El Toro de Barro.
En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.
Siento que no comprendo bien el poema, pero me lleva a el dolor de los sobrevivientes y todo esa carga de sombras que les hace preguntarse ¿Por qué yo y no ellos?.
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