jueves, 18 de octubre de 2012

Psª del Holocausto: "A casa", de Ilse Weber

Primero los cebaron; después, los mostraron a la delegación de la Cruz Roja Internacional que visitó el campo de Theresientadt, convenciendo a sus miembros de que nada de lo que se rumoreaba por toda Europa era cierto en absoluto. Cuando se fueron, poco a poco, todos y cada uno de estos niños fueron enviados a las cámaras de Gas.




(En preparación, por Carlos Morales)


A casa




"¡Quiero volver a casa¡" –la primera vez
que escuché este grito lastimero de angustia
fue en el edificio ferial, antes de abandonar Praga.
Era invierno. La nieve alta cubría
los árboles y las casas
y sucia se derretía en el pabellón.
Ninguna estufa daba calor, la puerta no cerraba,
ateridos de frío nos disponíamos a descansar.
Sobre las tablas húmedas, embozados y anudados,
el bullicio había cesado ya.
De pronto la aguda queja sonó
desde un lejano rincón de la sala miserable,
la inocente voz de un niño: "¡quiero volver a casa!"

Ha pasado un año, un año fecundo de dolor.
El muro invisible del gueto nos envuelve.
Los días ensartan una larga cadena de pesares;
la envidia y la torpeza aportan nuevos golpes.
Atormentados y hambrientos, perseguidos y acosados,
por mil heridas las entrañas lastimadas,
expoliados, humillados, privados de los seres que quisimos,
pisoteado aquello en que creíamos,
a menudo nos agobia tanto todo
que no creemos poderlo resistir.
Y en medio ese horror, como una plegaria,
lucha por salir del pecho: "¡querría volver a casa!"






"Canción de cuna de Thersienstadt"   *   ”A casa"

"Adios, compañero"   *   "Wiegala, wiegala, weier"






Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP: 10 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

 
En un dramático–y real– camino de retorno, algunos de los 130 niños que sobrevivieron a Auschwitz viajaron de nuevo al escenario de aquel apocalipsis con un grupo de estudiantes israelíes de secundaria, en el que se encontraban sus hijas. El encontronazo de dos generaciones distintas con aquella memoria de dolor provocó una gigantesca catarsis individual y colectiva, cuya historia fue narrada por la psicóloga infantil Amela Einat en La cicatriz del humo, Esta novela coral pone de manifiesto las diversas formas de experimentar la presencia real de aquella tragedia en todas las generaciones del Israel contemporáneo, de cuyas patologías Amela Einat es una reputada e innovadora especialista




"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci

































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