Verónica Pedemonte
La feria de los condenados
Este es el año de los miserables,
¿quieren
entradas para el festival?
Multitud
de atracciones les esperan.
Me
llamo Modigliani, tengo frío,
mi
esposa Jeanne murió, ya saben,
ella
se lanzó al vacío con mi hijo.
Hoy
mis cuadros valen millones,
eso
me hace feliz y me entristece.
Van
Gogh vivió con una miserable,
le
dió cobijo, porque estaba loco.
Hoy
sus cuadros valen millones
y
sus dueños mueren con ellos,
¿acaso
el mundo se ha vuelto sensible?
Vengan
a la feria de los condenados,
después
podrán pasar nuevamente a su lado,
agitar
sus anillos camino del restaurante,
y
pasear sus zapatos frente a los andrajos.
Conseguir
a buen precio sus trabajos,
les
será menos fácil en Europa,
porque
algunos tal vez sepan contar,
deberían
cambiar de continente,
o
mejor, pasar las vacaciones en la luna.
De
su libro
Esclavos
y libertos
PVP 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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Libro
recomendado
En todo lugar
hay un precipicio para
los valientes
y una sombra para los
exhaustos
y un manantial
volcando su frialdad.
En todo amanecer
hay rocío para los
temblorosos
y luz para los amantes
y frías piedras y
salvajes pastos.
En todo anochecer
hay sosiego para los
tempestuosos
y liviandad para los
solitarios
y una roca para los
que yacen al final del camino.
Otros poemas de Nathán Yonathán
Tus poemas Verónica, siempre nos hacen entrar al fondo de la historia, nos hacen sentirnos partícipes de ella, tan intensos y decididos.
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