Fotograma de Lo que el viento se llevó
Verónica Pedemonte
Escarlata
Con las viejas cortinas de mi casa
me he fabricado un traje contra el odio,
las ventanas desnudas no me aterran
las miradas ajenas no me enturbian.
No mendigo ni besos ni caricias
ni elogios ni palabras amorosas.
Me alimento de cálices antiguos
y me entrego a los dioses del pasado
antes que venerar a un dios mediocre.
Con la tierra en la mano soy yo misma
la diosa de mis noches y mis días.
Ver pasar el halago por mi puerta
juré que no me haría pasar hambre.
Si existe alguna gloria más excelsa
que el canto inigualable de la vida
lo pensaré mañana, no lo duden.
De
su libro
Esclavos
y libertos
Otros
poemas de
Verónica
Pedemonte
«Amanda»
«Muerde»
«Pumas»
«Namasté»
Grandes
Obras de
El Toro
de Barro
Juan Ramón Mansilla, "Una habitación en rojo"
Col. La piedra que habla
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2011.
PVP: 10 euros
edicioneseltorodebarro@yahoo.es |
Habitarse a si misma.
ResponderEliminarEs un hermoso poema.
Un abrazo.
Mercedes.
Estas palabras de Verónica Pedemonte Morillo Velarde, son producto de un estilo de plantarse frente a la vida y hay que tenerlas siempre presente, más que en los día soleados, cuando arrecia la más ardua tempestad.
ResponderEliminarVerónica está haciendo escuela, no solamente en relación a la poesía.