La mujer dormida
Fuego toco y boca
me aplasta la humareda
ese gesto intenso de sus hombros
cuando duerme y todo
es
silencio blanco
instantes derramándose hacia el fondo
del mundo
la luz por la ventana
Yo pongo lo preciso
dialogo en voz baja
me arrastro tras el tacto como un ciego
soy un manantial de vino sólo
que corre mientras duerme
sobre sábanas rojas y rasgadas
y fluye hacia su voz
lentamente
ola alejándose
me aplasta la humareda
ese gesto intenso de sus hombros
cuando duerme y todo
es
silencio blanco
instantes derramándose hacia el fondo
del mundo
la luz por la ventana
Yo pongo lo preciso
dialogo en voz baja
me arrastro tras el tacto como un ciego
soy un manantial de vino sólo
que corre mientras duerme
sobre sábanas rojas y rasgadas
y fluye hacia su voz
lentamente
ola alejándose
Y yo no sé qué hacer
con el rumor
de todas estas rosas
De su libro
El Libro del Santo Lapicero,
El Toro de Barro
Tarancón de Cuenca, 2000.
Otros
poemas de
Las
danzas de Zahara.
Grandes Obras de
El Toro de Barro
Ángel Crespo, Oculta transparencia (Antología, 1950-1959)
Prólogo Toni Montesinos
Col. «Mayor de poesía»
Ed. El Toro de Barro, Carlos Morales ed.
Tarancón de Cuenca, 2000.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es |
Son bellos los versos, pero he de confesarte que no soy entendida en eso, así es que más que decirte que me gustaron, no podría decirte otra cosa, no sé si me entiendes. Me gustaron porque son novedosos, no como esos versos repetitivos que leo en otros espacios.
ResponderEliminarGracias por invitarme a conocerlos, ¿porqué piensas que no eres capaz de escribir otras cosas? Yo creo que si puedes, si escribes versos que para mí es algo muy difícil, porqué no podrás escribir relatos o vivencias?
Te dejo un beso y mis saludos desde Chile.
Querido Carlos,
ResponderEliminarMientras andas en tiempos silenciosos, espero que viviendo días bonitos, vuelvo a recorrer tu casa que tanto alimento nos regala para el alma...
Y dejo mi pequeño comentario en esta entrada, porque este poema me encanta imensamente, es de una delicadeza arrebatadora.
Un abrazo grande, Poeta. Se echa mucho de menos tu presencia intensa y amiga.
Este poema me recordó la intensidad e inmensidad de "Altazor" de Huidobro, especialmente en sus versos finales.
ResponderEliminar"Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma"
"Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?"
(Canto II)
La luz como silencio y la belleza como rumor de pétalos son dos altas metáforas que expresan con intensa serenidad la pasión del amante. Grande, Carlos.
ResponderEliminarSublime mirada de su sueño ,apacible instante en el que tú, enamorado observador de lo que tienes, la inmortalizas en la forma de tus letras...más que precioso!!!, gracias por invitarme a esta exquisitez...
ResponderEliminarPreciosos versos, tal vez muy personales pero aplicables a todos, he leido mas , no comparables a estos, algunos son como un diario personal
ResponderEliminarGracias, Ana, gracias. Ese es el gran problema de la creación poética: la necesidad de que lo que en el fondo es una experiencia personal acabe convirtiéndose en un una experiencia de todos. Y eso no siempre se consigue...
ResponderEliminarEs el ojo captor de ese momento tan íntimo como intenso, de recrear la mirada sobre las bendiciones de la vida. Un placer volver a releerlo....
ResponderEliminarGracias por etiquetarme Carlos, un honor.
ResponderEliminarSi la experiencia personal trasciende en forma de poema será porque contiene elementos que hacen que la experiencia diga más que un simple relato.En este caso, para mí, es el atravesamiento vulnerable del que habla lo que conmueve, la potencia de la belleza dormida, y el no saber qué hacer "con esas rosas. " Desde Baires un abrazo. Clelia
Versos con intenso erotismo
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