jueves, 19 de agosto de 2010

"Pequeño tratado del mundo", de Gabino Alejandro Carriedo


Arcadas de la plaza mayor, Chinchon, Madrid,1955 (Inge Morath)



Gabino Alejandro
 Carriedo

Pequeño tratado del mundo





El mundo está compuesto de ventanas abiertas,
de renacuajos vivos que pernoctando cantan,
de ratas y de abetos, de saltamontes crudos
y de otras mil especies de animales.

El mundo en que vivimos es algo que no entiendo:
no entiendo que hay un hombre sentado en esa puerta
ni que hay peces por dentro de los ríos,
los peces que se pescan en las pescaderías
(los panes que se comen en las panaderías),
ni que hay un hombre mudo sentado en ese muro.

Cualquiera entiende el mundo sentado en esa puerta,
cualquiera reflexiona sobre el abstracto mundo,
el tremebundo mundo compuesto de animales,
de males que no curan
y gentes que no duran;
cualquiera entiende el mundo que yo nunca lo entiendo.

Cualquiera se levanta contento y se pasea,
cualquiera que no tenga sentidos en la frente
se levanta o se siente
contemplando este mundo sentado en esa puerta.

El mundo se compone, compónese de cosas,
de libros y de rosas
y de otras mil especies de animales.
De sendas y corderos,
de sapos y senderos,
de ventanas abiertas está compuesto el mundo.

Pero cualquiera entiende del mundo la oficina
donde se arreglan todos los papeles del mundo
y se hace el pasaporte para la patria amarga
de donde nadie vuelve.







De su libro














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© De La fotografía, Inge Morath
 En caso de reproducción, rogamos se cite la autoría.




Poeta de 
El toro de barro