tag:blogger.com,1999:blog-6242123700199579209.post3372079869814605512..comments2023-12-30T00:13:47.446+01:00Comments on Poesía de El Toro de Barro: "El mar", de Carlos de la Rica.El Toro de Barro editorialhttp://www.blogger.com/profile/16437003119407199331noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-6242123700199579209.post-80833663063639245722013-04-29T11:01:44.816+02:002013-04-29T11:01:44.816+02:00 “Antes sólo Dios paseaba su túnica. Pero un día /... “Antes sólo Dios paseaba su túnica. Pero un día / lucieron sus cristales al contacto del fuego. / Antonio, sólo Dios pudo hacer el mar / y lo hizo de la nada/, y lo hizo con su boca. / ¡Oh, si Dios repitiera el milagro! // Yo soy un marinero, calcé mis sandalias de algas, / y la costa acaricié con mis dedos. Sorprendí la aurora / de múltiples colores, me llamo Antonio / y tú estabas conmigo y también conmigo cantabas. / ¡Soy un pescador! El mar también, / y como el mar, tengo mis barcos. / Y como el mar, respiro y ando y toco la orilla de Europa. / Y como el mar seré por siempre.” Estos versos forman parte de EL MAR, un maravilloso poema del poeta y sacerdote español Carlos de la Rica, que aquí os dejo con todo mi cariño. Publicado en el año 1959, cuando yo nací, el poeta manchego de origen astur tomó una particular experiencia amorosa para recrear sobre ella su CANTO DE LA CREACIÓN; un canto alegre el suyo, que utilizaba el poder seductor de la mitología helénica para cimentar el origen de la libertad y de la democracia –simbolizados en “el mar”– a lo largo de todo nuestro mundo. Lo que Ángel Crespo denominó “realismo mitológico” fue la principal aportación de Carlos de la Rica a la poesía española de los años cincuenta y sesenta. Adelantándose a los poetas culturalistas de los años setenta, no hizo -como ellos- de los grandes mitos de la antigüedad un gesto voluptuoso de melancolía, sino que los convirtió en herramientas literarias para proseguir, de un modo más culto y más universal, la gran batalla política por la libertad en que estaban empeñados los grandes poetas del realismo social, cada vez más atenazados por la retórica propagandística de la izquierda española. Esa fue la razón por la que Carlos de la Rica, a medio camino de los unos y de los otros, acabó siendo mirado con recelo por los líderes de ambos movimientos estéticos y excluido de la historia de la poesía española de aquellos años, hasta convertirlo, literalmente, en “un poeta que nunca existió”. Era un hombre bueno, y yo lo quería…El Toro de Barro editorialhttps://www.blogger.com/profile/16437003119407199331noreply@blogger.com