El Toro de Barro

El Toro de Barro

jueves, 31 de julio de 2014

«La última vez», de Lêdo Ivo

Escultura de Ossip Zadkine, Poema de Lêdo Ivo  (Brasil, 1924 – España, 2012)  La última vez; L. Ref:  Mercedes Escolano, "Estelas" Col. La piedra que habla, Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed. PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Ossip Zadkine


Lêdo Ivo
(Brasil, 1924 – España, 2012)
La última vez
Traducción de Eduardo Cobos




En la iglesia se abre de nuevo el ataúd
y los presentes vuelven a contemplar
el rostro del difunto.
Oh, muerte, ¿dónde está tu victoria?
Toda sepultura es una cuna en el suelo del universo.
Como la brisa que acaricia la hierba
fuiste apenas un instante. Nadie te encontrará
cuando vuelvas a renacer entre las estrellas.



Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Mercedes Escolano, "Estelas"

Col. La piedra que habla, Ed. El toro de Barro, Carlos Morales Ed.

PVP: 10 euros Pedidos a: edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Mercedes Escolano "Islas", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro dMercedes Escolano "Estelas", Col. La Piedra que habla, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2005e Barro, Tarancón de Cuenca 2000

 






















miércoles, 30 de julio de 2014

«Si...», Rudyard Kipling

Poema: Rudyard Kipling   (India, 1865 – Inglaterra 1936)  Si…; L. Ref.  Salomón, "El Cantar de los Cantares” Versión de Carlos Morales Col. «Cuadernos del Mediterráneo» Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2003. edicioneseltorodebarro@yahoo.es



Rudyard Kipling
 (India, 1865 – Inglaterra 1936)
Si…


Si
puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierdan y te cubren de reproches;
si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
y si eres odiado, no devolver el odio, sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno ni demasiado cuerdo;

Si
puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
o contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!

Si
eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
y, si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
y nunca más exhalar una palabra sobre la pérdida sufrida!
si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: !persistid, es la orden!

Si
puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;

Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre, hijo mío!


***

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you,
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or being lied about, don't deal in lies,
Or being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise:

If you can dream - and not make dreams your master;
If you can think - and not make thoughts your aim;
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
And stoop and build 'em up with worn-out tools:

If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: 'Hold on!'

If you can talk with crowds and keep your virtue,
'Or walk with Kings - nor lose the common touch,
if neither foes nor loving friends can hurt you,
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run,
Yours is the Earth and everything that's in it,
And - which is more - you'll be a Man, my son!




Grandes Obras de 
El Toro de Barro  
Salomón, "El Cantar de los Cantares”, Versión de Carlos Morales

Salomón, "El Cantar de los Cantares”
Versión de Carlos Morales
Col. «Cuadernos del Mediterráneo»
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2003.























domingo, 27 de julio de 2014

«Todos nosotros», de Isla Correyero

Poema TODOS NOSOTROS, de Isla Correyero; fotografía de Cristina García Rodero. Libro de RefereciaCarlos Morales, "Salmo”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2005.
Cristina García Rodero



Isla Correyero 
(España, 1957)
Todos nosotros


Todos nosotros que debutamos
en la vida con una tara irremediable,
que deseábamos tanto y habíamos
obtenido tan poco, que con tan
buenas intenciones, tan mal
acabamos…Todos nosotros.

Jim Thompson


Todos nosotros.
Los que nacimos rechazando la política y las leyes.
Los orgullosos.
Los que sabíamos que extraían de nuestra percepción la libertad.
Todos nosotros.
Que crecimos en pueblos y en ciudades aún azules.
Que fuimos incalculables niños instintivos y lunáticos.
Todos nosotros.
Viajeros.
Los que atravesamos la oscuridad del sexo y la habitamos.
Los buscadores de belleza.
Los que probamos las exóticas sustancias y vivimos en el cine y en la noche.
Todos nosotros.
Generación, tribu, conjunto de perdedores que imaginamos que la ruina era el más alto honor.
Todos nosotros.
Los desterrados ahora de aquel grupo.
Los olvidados, los oscuros, los ausentes.
Los abandonados y los destruidos.
Todos nosotros.
Los que ya no soñamos. Los que somos compradores de todo.
Los arrasados por el dinero y por las guerras.
Los que ahora somos impenetrables asesinos blancos.
Los que contemplamos la luna desde el cielo.


De su libro
Crímenes, 1993


Otros
Poemas de Isla Correyero

 

"La ambulancia"   *   "Truchas"

"Límites"   *   "Terminal"

«Diario de Honor de una funcionaria nazi»

"Diario de una enfermera: 23 de junio de 2003"

«Danzas de la muerte»   *   «Todos nosotros»

 

 


Grandes Obras de 
El Toro de Barro 
Carlos Morales, "Salmo”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2005.
Carlos Morales, "Salmo
Col. «Cuadernos del Mediterráneo»
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2005.

 


















 

miércoles, 23 de julio de 2014

"Canción para el hijo", de Pedro Prado.


Pedro Prado
Canción




Duerme, hijo mío; duerme!
Así, en mis brazos, acurrucado como un pajarillo.
Mis brazos son como ramas aparentes para sustentar un nido;
mi pecho, firme e enhiesto, como tronco de un árbol;
y el murmullo de mi canción, como viento de la noche
sonando entre las hojas.

¡Duerme, hijo mío; duerme!
En el día, como vives ansioso de libertad,
si mis brazos te retienen un instante,
pesan para ti como una cadena.
¡Siempre tienes prisa, siempre!
Tus besos sólo rozan mi frente;
tus manos insinúan una caricia, se acercan y desisten.
Tu alegría nace cuando vuelves a tus saltos y carreras.
¡Tu alegría nace al dejarme, hijo mio!

¡Duerme, duerme, que todo es sombra en torno nuestro!
Tu cuerpo pesa como un pájaro herido,
y el ligero calor que despide es más suave
que el roce de la brisa.
  
En el día, cuando por un momento estás serio y me oyes,
escuchas a la vez mil otras voces que yo no distingo.
Conversas con todos los objetos familiares,

 y sabe Dios qué historias te cuentan que tu alegría vuelve.
Cuando atiendes a lo que ellos te dicen y me dejas,
¡tu alegría vuelve, hijo mío!
  
¡Duerme, duerme, que todo ruido ha cesado!
Es la hora en que los muebles crujen;
la hora en que los grillos cantan desde algun rincón, ocultos.
Tu cuerpo es como un regalo que llevo y que traigo.
y voy y vuelvo infatigable
como aquel peregrino que no encontró a nadie
digno de recibir su ofrenda.

 Hijo mío, eres indiferente para conmigo y a ti me ofrezco.
Pero mi loca insistencia logra, a veces,
que parte de mi amor sea por ti aceptado,
¡Entonces mi alegría nace!
Cuando tú aceptas algo siquiera de mi dádiva continua,
¡mi alegría nace, hijo mío!
  
En el día me huyes.
Un día me huirás por largo tiempo.
En la noche te acercas.
Una noche llegará en que estaremos unidos para siempre.



De su libro 
Los pájaros errantes (1915),




Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Eugenia León, "Ahogada sirena, La”. Los poemas de una niña de 10 años. Col. «Mayor», Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro. Tarancón de Cuenca, 2002. PVP 10 Euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es
Eugenia León, "Ahogada sirena, La
Los poemas de una niña de 10 años de edad.
Col. «Mayor»,
Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro.
PVP 10 euros.
Tarancón de Cuenca, 2002.

Eugenia León, "Ahogada sirena, La”. Los poemas de una niña de 10 años. Col. «Mayor», Carlos Morales Ed., Ed. El Toro de Barro. Tarancón de Cuenca, 2002. PVP 10 Euros. edicioneseltorodebarro@yahoo.es