El Toro de Barro

El Toro de Barro

jueves, 7 de agosto de 2014

"El ciervo", de Ángel Crespo.

Ángel Crespo, "Oculta transparencia" (Antología 1950-1959), Introd. Toni Montesinos Gilbert. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.






El ciervo


Sobre el atardecer camina un ciervo
mientras al sol la noche desposee.
El hocico del ciervo, malherido,
sangre derrama encima de las nubes.
Tiemblan las casas, crujen levemente,
mientras inquietos van sus habitantes
del espejo al balcón y, una vez más,
contemplan su mirada en los espejos.
Un ciervo a tales horas
corre el camino que ante el hombre pende,
devorando las hierbas luminosas
que alimentan los ojos.
Un ciervo abre sus fauces,
ciervo feroz de boca cotidiana,
que con los dientes rompe las cortinas
de la diaria luz, mientras derrama
sangre herida de sol en su camino.



 

"El ciervo"      *     "Junio Feliz"
"La mano"      *     "La noche"
"El aire"      *     "El fuego negro"


Grandes Obras de
El Toro de Barro


Ángel Crespo, "Oculta transparencia" (Antología 1950-1959), Introd. Toni Montesinos Gilbert. Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.
PVP: 8 euros Pedidos a:













2 comentarios:

A chuisle dijo...

Carlos, este poema me ha llegado muy especialmente. Al leerlo hoy, creo que es un símbolo al que justamente hoy puedo conferirle un significado, cuando Chile sufre la pérdida de un joven a manos de la violencia totalitaria. Creo que su sacrificio nos ha obligado a contemplar nuestro rostro frente al espejo y su sangre cae sobre la nación chilena. Acabo de ver las noticias con los detalles del crimen. Demasiada correspondencia. Con tu permiso, lo comparto.

J. Juaristi. dijo...

Se de tus dificultados económicas, de las que espero salgas pronto. Sin prisa, pero sin pausa, porque la labor que has desarrollado al frente de El Toro es enorme, tanto cuando sacabas los libros a la antigua manera, como ahora, en que haces más o nmenos lo mismo en internet. Pero yo te escribo para felicitarte, en concreto, por este poema de Ángel Crepo. Es alucinante ver como la realidad cobra nuevo sentido al que tiene habitualmente. Sólo por este poema, y por este poeta, hubiera merecido la pena luchar como lo has hecho. Y no sólo por ellos, hay otros poetas que has escogido, en el antes y en el ahora, como César Cortijo, Juan Ramón Mansilla, José Ánel García, Amador Palacios, en fin, mucha gente que tiene mucho que decir. Un abrazo, Carlos. Y que por fin la vida te de su recompensa...